Un mal precedente

Es un mal precedente el fallo el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata que concedió el beneficio del arresto domiciliario al represor Miguel Etchecolatz, quien cumple cuatro condenas a reclusión perpetua por delitos de lesa humanidad y genocidio cometidos durante la última dictadura militar.

Es un mal precedente y abre las puertas a otros genocidas. La medida no se efectivizó, ya que Etchecolatz está también procesado a disposición de otros jueces en el marco de otras causas por delitos de lesa humanidad. Ahora bien, el represor ha realizado pedidos similares frente a esos juzgados y su solicitudes esperan resolución, ahora con el respaldo de la reciente disposición favorable a condenado.

Etchecolatz fue condenado por delitos de lesa humanidad y más allá de la edad y de su salud, es una persona con terrible prontuario que debe cumplir su condena en la cárcel

Ramón Veron

Subsecretario de Derechos Humanos de Santa Fe.