CORREO
Las elecciones del año próximo en nuestra provincia, pueden ser una simple repetición de viejas y viciosas prácticas electoralistas de un triste pasado, o pueden marcar un paso adelante en el desarrollo de una genuina democracia participativa. Para empezar, compartimos el pensamiento de los que tanto a nivel nacional como dentro de nuestra provincia, recuerdan que es prematuro y sospechoso, a tantos meses de la fecha fijada para las elecciones, apresurar el lanzamiento de candidaturas a diestra y siniestra, distrayendo tiempo y energías que deberían destinarse a funciones gubernamentales y a procurar respuestas adecuadas y oportunas a candentes necesidades y problemas de la hora que vivimos, en campos como la educación, la salud, la vivienda, el trabajo, la niñez y la ancianidad, la justicia, la seguridad, las relaciones interprovinciales e internacionales, etc. En esa misma línea, lo que interesa a la ciudadanía es conocer a la mayor brevedad, y en forma clara y concreta, la plataforma y las prioridades que los distintos partidos o alianzas han de presentar y comprometer ante el pueblo santafesino; pueblo que especialmente en nuestra ciudad, está aprendiendo a ejercer y reclamar creciente participación, en todo lo que concierne a su presente y su futuro. En tercer lugar, los ciudadanos y ciudadanas de nuestra provincia somos cada vez más concientes de que, sea cual fuere el partido triunfante en los próximos comicios, todos disfrutaremos de los beneficios o padeceremos los perjuicios que los nuevos gobernantes elegidos produzcan. Por lo tanto, reclamamos el derecho a participar de internas abiertas en los diversos sectores protagonistas de la contienda que se aproxima, superando así las maniobras y manipulaciones de grupos enquistados y bien conocidos en las diversas agrupaciones políticas, más interesados en servirse del poder que en servir al pueblo que clama y espera. Sobre todo recordamos también que en esta etapa, un claro y transparente manejo de las finanzas del estado logrará la confianza y el apoyo de los electores o en caso contrario suscitará el más rotundo rechazo popular. Finalmente, como integrantes de un movimiento que trabaja afanosamente, con otros grupos de distintas regiones del país, por un nuevo "proyecto nacional y popular", rechazamos actitudes excluyentes de la mujer en cualquiera de los cargos que deberán ser llenados en los comicios del año próximo. Sólo exigimos de los/as candidatos/as, idoneidad, coherencia, probada conducta ética y vocación generosa y patriótica. Si es así, el pueblo los reconocerá, promoverá y elegirá en las distintas instancias, y después de los comicios velará atentamente para que los elegidos den cumplimiento a la palabra empeñada.
Prof. Oscar Lupori
Obispo (E) Federico J. Pagura
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