La salud por encima de todo

La provincia de Santa Fe se ha decidido finalmente a emprender un camino sin retorno en la protección de la salud de sus ciudadanos al aprobar e implementar una ley que regula el uso de tabaco en los ambientes cerrados públicos y privados de acceso al público. En la misma dirección que las provincias de Córdoba y Tucumán, Santa Fe se suma a una tendencia mundial ante la ya indiscutible evidencia científica sobre los daños a la salud producidos por la exposición al humo de tabaco ajeno en lugares cerrados. Irlanda, Italia, Suecia, Noruega, Inglaterra, Nueva Zelanda, Estados Unidos, Canadá y el vecino Uruguay, entre otros países, ya han implementado exitosamente estas políticas de salud que gozan de una altísima aceptación social de la población. Según una encuesta llevada a cabo recientemente por CEOP (Centro de Estudios de Opinión Pública) en Argentina, más del 90 % de la población aprueba los ambientes cerrados 100% libres de humo de tabaco. Ante los recientes acontecimientos ocurridos en la ciudad de Rosario con el recurso de amparo presentado por un conocido bar de la ciudad alegando violación de derechos constitucionales de los fumadores e infundados argumentos sobre pérdidas económicas, debemos ser conscientes que es muy probable que sean parte de una gran campaña de desinformación e intimidación de la industria tabacalera que ve amenazada su rentabilidad. No sería sorprendente que estas acciones estén siendo promovidas y financiadas por la industria tabacalera y sus aliados que utilizan las mismas estrategias en todo el mundo. ¿Estaremos una vez más ante una conocida estrategia utlizada mundialmente por las transnacionales del tabaco cuyo único interés es la protección de su negocio que enferma, mata y produce discapacidad al pueblo argentino? Los derechos individuales nunca pueden estar por encima de los derechos colectivos y los derechos comerciales nunca pueden estar por encima del derecho a la salud. La ciudad de Rosario no debe volver hacia atrás. Hace años que los argentinos reclamamos un marco legal para la protección de la salud no sólo de los no fumadores, sino también de los empleados que no tienen la opción de elegir donde trabajan, y de la inmensa mayoría de los fumadores que quieren dejar de fumar pero por su adicción a la nicotina les es muy dificultoso hacerlo. Esperemos que legisladores y jueces se decidan de una vez por todas por la salud de sus ciudadanos y no por los intereses económicos de una industria tabacalera inescrupulosa que utiliza cualquier medio para preservar sus ganancias millonarias. Ya es hora de que los dirigentes de nuestro país legislen e impartan justicia en favor de su comunidad. Los argentinos lo estamos exigiendo.

Dr. Ernesto Sebrié

Especialista en políticas de control del tabaco