Mar 13.03.2007
rosario

CORREO

Maestros

La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos se dirige a los compañeros maestros a fin de solidarizarse en un todo con su lucha por la dignidad de la enseñanza. La lucha de los docentes no es solamente por un salario que les permita vivir con mínima dignidad, es la pelea cotidiana por una verdadera educación para los hijos de los que menos tienen. Las escuelas con techos que se caen, paredes electrificadas, baños inusables, patios donde se lastiman los alumnos, sin vidrios, sin ventiladores en el verano y sin estufas en el invierno, con falta de maestros y porteros, muchas veces con directivos corruptos, insensibles e inescrupulosos; otras veces simples comederos públicos donde enseñar se hace imposible por el hambre que tienen los niños, con ejercicio de violencia verbal y física contra el docente de parte de alumnos y padres, son el espacio cotidiano en el que se mueven y deben desarrollar sus tareas los sufridos compañeros educadores. Ejercer la amenaza y aplicar la represión de parte del Gobierno Provincial, reinstalando medidas tan denigrantes como el presentismo, que obliga a los trabajadores a concurrir enfermos o en pésimas condiciones síquicas o físicas, a fin de no perder parte importante de sus magros salarios, no es la solución al problema de la educación. Tampoco puede decirse que no hay dinero para las soluciones inmediatas (salario dignos, refacción de escuelas, cobertura de cargos y puestos de trabajo, etc.) que al menos atenúen los efectos de la destrucción sistemática de la educación pública gratuita. Porque dinero es lo que sobra en la Argentina, y en especial en nuestra provincia sojera, Santa Fe, sólo hay que sacarlo de las pocas manos y proyectos políticos partidarios donde se encuentra y direccionarlo en vías a resolver los verdaderos dramas de la población. Que quede muy claro que el proyecto de educación se planifica desde el gobierno para que la obtengan sólo aquellos que puedan pagarla. Por último, nos dirigimos a los señores padres, solicitando no se dejen engañar con mentiras que llevarán a sus hijos a ser los cartoneros del futuro: participen junto a los maestros, pregunten, discutan , acompañen o disientan, pero desde el conocimiento y la reflexión. Los maestros, nuestros hijos, la sociedad toda, nos agradecerá la capacidad de defender el derecho a ser futuros médicos, arquitectos , ingenieros, obreros calificados.

APDH Rosario

Norma Ríos, presidenta

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