Por tercer año consecutivo, Mujeres Autoconvocadas Rosario (MAR) marchará por el Día Internacional de la Mujer. Será una forma de dejar claro que es un día de lucha, y no de festejo, pero también de hacer visible la vigencia de injusticias y discriminaciones cotidianas. Las rosarinas caminarán por las calles para solicitar educación sexual, provisión de anticonceptivos y la legalización del aborto, pero también el cese de la persecución a las trabajadoras sexuales, la investigación, juicio y castigo a los responsables de las muertes de la dirigente de AMMAR Sandra Cabrera, la maestra Daniela Sparvoli y la militante social Graciela Acosta. También forman parte de las reivindicaciones el juicio y castigo a violadores y asesinos, la protección a las víctimas de violencia familiar y la creación del Registro de deudores alimentarios, como así también la eliminación de políticas sociales que refuerzan el rol tradicional de la mujer en la familia (como el plan Familias).

La marcha será el mismo miércoles, partirá a las 18, desde Moreno y Córdoba, y terminará en un acto en la plaza 25 de Mayo. "Invitamos a participar a todas las personas que compartan con nosotras la esperanza de un mundo con justicia y sin discriminaciones hacia las mujeres", es la convocatoria que suscribe un amplio abanico de grupos feministas, organizaciones sociales y políticas, además de mujeres independientes que se suman a MAR. Desde que en 2004 por primera vez se pudo articular una movilización, cada año creció en número y amplitud.

El pliego de reivindicaciones incluye también la "eliminación de todo tipo de violencia y discriminación sexual, social, institucional, laboral, educativa y política ejercida contra las mujeres, cualquiera sea su orientación sexual". Y justamente, porque las lesbianas sufren una discriminación particular, otro punto pide "la libre elección sexual y el pleno goce de los derechos civiles por las mujeres lesbianas: tenencia de hijos e hijas, unión civil y no discriminación".

Este año, la reivindicación de la "atención segura y efectiva de los casos de aborto no punible por parte de los efectores públicos de salud nacionales, provinciales y municipales" se reactualiza dramáticamente en Rosario. Es por el caso de una niña de 11 años discapacitada, embarazada por la violación de la entonces pareja de su madre. Pese a que su aborto está explícitamente exceptuado en el artículo 86 del Código Penal, debió transitar la vía judicial, que sólo quedó nula porque se produjo un aborto espontáneo en los primeros días de 2006.

Las mujeres que marchen este año también pedirán por la libertad de Romina Tejerina y los derechos de las trabajadoras. A 30 años del golpe de Estado, también habrá un repudio que tendrá su expresión efectiva cuando la marcha pase por el centro de detención clandestino, hoy Centro Popular de la Memoria El Pozo, en Moreno y San Lorenzo. Luego, en el acto, hablará una de las víctimas del terrorismo de Estado.

"No te quedes en tu casa, vamos a la marcha" es la consigna. Y si bien la historia de la conmemoración del día de la Mujer en Rosario está por escribirse, la sola presencia de Irene Delfino, una histórica militante de la Unión de Mujeres de la Argentina (UMA) y de otras activistas como Mercedes Simoncini y Mabel Gabarra, integrantes de grupos feministas desde hace décadas, traerá -quizás de una manera sutil- ecos de la historia.

"La UMA comenzó a conmemorar públicamente en Rosario el día de la Mujer en 1948. En 1961, María Carrión de Gómez, que en esa época era nuestra presidenta, fue electa concejal, y por primera vez ese año el Concejo Municipal recordó nuestro día", relató Delfino, parte de la historia viva de las luchas populares en la ciudad. Ella comenzó a participar de los actos en Rosario (viene del norte de la provincia) en 1964. Por entonces, era una rareza. "Nos aislaban un poco, nosotras hacíamos los actos en alguna plaza o en el local de UMA, que primero estaba en Maipú 1124 y luego en Paraguay 218. Siempre planteábamos la defensa de los derechos de la mujer. No queríamos ser las mujeres de... Pensábamos que el marido no nos compraba, que no éramos su propiedad sino su compañera. Claro que éramos mujeres que estábamos en las organizaciones de los barrios, más esclarecidas", relató. Y en términos de recuperar una genealogía de esas luchas, recordó a sus compañeras Fanny Muñoz, hoy de 90 años, Encarnación Laborde (Cachón), recientemente fallecida a los 93 años y María Muñoz de Cerro, tres de las que formaron parte de la historia de UMA.

Además de aquellos actos que se sucedían año tras año, en 1986 un grupo de mujeres realizó la primera conmemoración pública del Día Internacional de la Mujer tras la recuperación de la democracia. Lo impulsó el grupo Unidas, que publicó para esa fecha un boletín titulado: "Nuestra historia no es sólo de sumisión, sino también de rebelión". De aquel acto -del que participaron Simoncini y Gabarra- queda un documento publicado en la revista Unidas. "Ese día nos instalamos muy temprano en la esquina de Córdoba y San Martín; con afiches, carteles, un biombo donde colocamos recortes de diarios con las noticias existentes sobre asesinatos, violaciones y muertes de mujeres. Una muñeca gigante y una jaula con una familia de cartón dentro denunciaban mediante carteles y afiches las relaciones de explotación y opresión que se dan en la familia y a través del trabajo doméstico como amas de casa", dice el texto colectivo escrito en aquella publicación de mayo de 1986.

"Al mediodía, con una corona floral en la que se leía 'por todas las mujeres violadas y asesinadas', vestidas la mayoría de negro, marchamos hacia la plaza Pringles, reclamando nuestro derecho de vivir sin temores, sin angustias y sin represión", termina aquel texto. La foto que ilustra esta nota pertenece a aquel acto.

"Nosotras sabíamos que estábamos luchando por algo muy importante, pero recién después fuimos definiéndonos como feministas. Estábamos ahí y la gente nos miraba sin entender cuáles eran nuestras reivindicaciones, por qué luchábamos", contó Gabarra sobre aquel acto. El tiempo ha pasado, y el continuo transitar de estas militantes permitieron que hoy muchas más sepan de qué se tratan los derechos de las mujeres.