Lun 09.12.2013
rosario

SOCIEDAD › DE LOS DOCUMENTOS PARA PETICIONAR EN NOMBRE DE LOS PAíSES ANTE LAS NACIONES UNIDAS.

Para declarar ilegal la pobreza mundial

Desde la Cátedra del Agua en Rosario señalan que el bien común es lesionado por ende el ambiente en el que vivimos también. Necesitamos empezar a caminar, para que entre todos logremos que se Declare Ilegal la Pobreza por las Naciones Unidas.

› Por Aníbal Ignacio Faccendini*

Los huesos se hacen sentir más y más. Nos recuerdan la finitud del cuerpo. El hambre, en su humillación, patentiza unánimemente nuestra vulnerabilidad. El cuerpo clama por energía. Clama por comida y por agua para la vida. No hay geografía humana que haya decido por el dolor, el hambre y la pobreza. La miseria es un producto social humano, no pertenece a la naturaleza. Sino a los hombres. Es una consecuencia social que termina destruyendo toda mismidad del sujeto, generando alienación y desarticulación en la comunidad. Pobreza, que empobrece y duele drenando más y más violencia.

La pobreza no es un acto, es un proceso de deterioro social, económico, espiritual y psicológico que victimiza a una parte importante de la humanidad. Es un escenario, donde muchos son sometidos a una apropiación indebida de sus vidas.

La pobreza es el hambre de todo, sin ninguna satisfacción y mucha humillación. La sociedad en la que todos vivimos, muchas veces oblitera o expulsa al pobre y no a la pobreza. La discriminación al pobre es facilista y criminal. Más aún, es de una vulgaridad inhumana atroz.

Se cree que pobres hubo y habrá siempre, entonces es natural. Hay una convicción que el que nace pobre, tiene portación social de ello, entonces mayoritariamente seguirá siendo pobre. Hay una suerte de profecía colectiva autocumplida. No se nace pobre, se hace pobre. En definitiva es una imposición y no una elección.

La humanidad muchas veces ha avanzado llegando. Llegó a objetivos emancipadores en casos muy importantes. En la primera Modernidad (Renacimiento hasta la Revolución Industrial), el feudalismo que generaba servidumbre humana, tuvo que ceder y así, avanzó la humanidad hacia una nueva era: una sociedad sin siervos de la gleba. En la segunda Modernidad (hasta la caída del Muro de Berlín), Haití en su Constitución de 1801 abolía plenamente la esclavitud (tanto la trata como el trabajo esclavo).

La Asamblea del Año XIII en nuestro país, declaró ilegal la esclavitud y estableció la libertad de vientres, rompiendo así, con la portación biológica de una situación social impuesta a un hombre, por otros hombres. Inglaterra la va a abolir en todas sus formas en 1833, Francia 1849, Estados Unidos en 1865, Puerto Rico 1872 y Brasil en 1888. También vamos a ver que en ésta segunda Modernidad fue constituyente de los derechos económicos sociales de las personas y de los derechos humanos. Ya en nuestra tercera Modernidad o Neomodernidad (fines del siglo XX a la actualidad), la tarea es que entre todos declaremos ilegal la pobreza (DIP).

El mundo ilegaliza al pobre y no a la pobreza. Lo podemos ver a título de mero ejemplo en los refugiados sociales, en los excluidos y en los movimientos migratorios en general. Actualmente hay tres mil millones de personas pobres, es decir más del 40% de la población mundial viven en un ámbito no querido, no deseado. Nos están reclamando que le restituyamos su ciudadanía. En el mundo también podemos ver para comprometernos por el bien común que 1.500 millones de personas no acceden al agua potable, que 2.600 millones de personas no tienen servicios sanitarios, que hay 842 millones de personas desnutridas, que todavía en pleno siglo XXI 4000 mil niños mueren por día por no acceder a agua saludable, y que en la era de la digitalización 1.200 millones de personas no pueden acceder a la electricidad.

La pobreza también es un problema ambiental. Complejo y diverso. Que no afecta solamente al hombre, no es sólo antrópico, sino que implica a todo el ecosistema. Es biocéntrico. Porque afecta la vida de una de las especies vivientes del ecosistema. Debemos ambientalizar este problema. Debemos en definitiva ver y no sólo mirar, que la escasez artificial de lo indispensable para el hombre, es de lesa ambientalidad. Una gran parte de la humanidad es victimizada por la carencia. El bien común es lesionado por ende el ambiente en el que vivimos también.

Necesitamos empezar a caminar con los otros, que son el nosotros, para que entre todos logremos que se Declare Ilegal la Pobreza por las Naciones Unidas.

*Doctor en Ciencias Jurídicas y Sociales

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