Se llama el "techo de cristal", es decir, un límite preciso pero invisible para las carreras laborales de mujeres que ven como la mayoría de los ascensos son para sus colegas varones, mientras ellas trabajan con la misma eficacia. En la Argentina, de acuerdo con la investigación del International Business Report (IBR) de Grant Thornton, en 2014, hay un 25 por ciento de mujeres en puestos de dirección, una cifra que viene en aumento, pero implica que tres de cuatro puestos de dirección son ocupados por hombres. Por eso, el Concejo Municipal aprobó la semana pasada la ordenanza 9183, que instaura el "Programa de Equidad Laboral en empresas, industrias y organismos públicos".

La iniciativa de la concejala socialista Viviana Foresi establece que el Instituto Municipal de la Mujer sea la autoridad de aplicación de la propuesta para "acompañar a empresas, industrias, organismos públicos e instituciones", a efectuar una revisión en sus políticas y prácticas internas y realizar (de ser necesario) los cambios que se requieran para alcanzar condiciones equitativas para hombres y mujeres en sus espacios de trabajo en la ciudad.

El programa tiene una experiencia piloto en el Laboratorio Bosch, una empresa familiar fundada en 1985 por Juan Carlos Bosch, que comercializa productos farmacéuticos, con 35 empleados, en un alto porcentaje mujeres que ocupan distintos puestos. Unos de los titulares de la firma, Maximiliano Bosch, se comunicó con el Instituto de la Mujer para sumarse al Programa, que se había lanzado -aunque sin la normativa marco﷓, en agosto de 2013. "Luego de varias reuniones, en septiembre comenzamos con las capacitaciones a los mandos medios y altos de las empresas. Hoy nos encontramos en la etapa del plan de Acción diseñado en conjunto, que cuenta con dos ejes. Uno al interior de la empresa se implementara una serie de capacitaciones centradas en la comunicación y el lenguaje no sexista, y el otro, al exterior, comprometiéndose a sumarse a las distintas actividades y campañas que lleva adelante el Instituto Municipal de la Mujer (IMM)", explicó Andrea Travaini, directora del IMM, y celebró que "ahora, con la Ordenanza marco, se institucionaliza el trabajo".

Sobre el origen de la ordenanza, Foresi indicó que "uno de los ámbitos dónde persisten prácticas discriminatorias y desigualdades de género es el laboral. Algunos de los ejemplos más claros son las situaciones de mujeres con menores remuneraciones en igual posición que sus colegas hombres; o mujeres calificadas con el mismo o mayor nivel que los varones, que no logran acceder a niveles jerárquicos o gerenciales". El Plan de Acción que propone la Ordenanza incluye diagnóstico, sensibilización en el tema, capacitaciones técnicas y auditorías que permitan evaluar si se cumplen los objetivos de equidad de género hasta llegar a la certificación del "Sello de Igualdad".