"¿Qué sabén sobre su útero?". Seis mujeres están en ronda, algunas sentadas con las piernas cruzadas y otras tendidas sobre las colchonetas. Todas abrazan y tocan sus panzas, las miran, contienen, en un gesto casi inconsciente que repiten las mujeres embarazadas. La habitación tiene pisos de madera y paredes altas, típicos de una casa antigua. Por la ventana ingresan algunos sonidos de la calle pero adentro el clima es otro, de intimidad, ajeno a la ciudad que sigue su ritmo agitado al cerrar la tarde. Adriana insiste con la pregunta y se arma el intercambio.

El taller es para mujeres embarazadas que quieran compartir saberes, dudas y consultas médicas. Lo principal es que cada una pueda contar su experiencia a la hora de transitar ese proceso y luego el parto. Las edades varían y también las semanas de gestación, pero todas centran su atención en registrar lo que les pasa, vivir cada momento desde sí mismas y respetar sus tiempos. Esta propuesta surgió de Doulas de Rosario, un espacio que se formó en 2007.

"Una doula es una mujer que, generalmente, es mamá. Su rol es el sostén emocional hacia otra mujer, o sea que no tiene injerencia médica en el parto ni reemplaza a nadie sino que es alguien para sumar", relató Adriana Olguín. Durante una charla, café de por medio, detalló las características y los porqués de esta iniciativa que impulsa junto a Ofelia López y Sandra Dolce. Señaló que la contención es clave y que para ello se construye un vínculo entre ambas mujeres: "Tratamos de conocernos meses antes del parto, saber los gustos, todas tenemos una historia y nos vamos interiorizando sobre con quién estamos".

Desde esta mirada el parto es un "momento muy íntimo" que necesita de acompañamiento. Recalcó que su preparación no está enfocada desde el lugar de la profilaxis porque no son médicas, sino que su rol es contener y respetar las decisiones que va tomando la mujer en el proceso. "Parece algo sencillo, estás embarazada y estás esperando un bebé, pero también tiene que ver con cosas que tal vez nos estamos olvidando, por ejemplo la mujer recién toma conciencia de su útero cuando está embarazada", reflexionó.

En esa línea, subrayó que "la idea es que la protagonista sea la mujer" y acotó: "Esto también está bueno para los médicos, uno nos dijo "a mí me conviene que trabajen con ustedes porque yo tengo a una mujer segura de sí misma y que no deposita toda la responsabilidad en mí"; en realidad es así porque la que tiene que parir es la mujer, los médicos a veces dicen "voy a hacer un parto" y no, el parto lo hace la mujer".

El rol de la pareja es igualmente importante y cada vez más varones, cuando se trata de relaciones heterosexuales, se involucran tanto en el embarazo como en el puerperio y la crianza de los niños. "Los papás participan de los talleres y para nosotras es muy importante que tomen esa conciencia. Por suerte ahora hay otra generación de padres más comprometidos", resaltó.

Adriana realizó una comparación interesante para explicar la intimidad que se establece en el parto. "Siempre lo planteamos como una relación sexual. Si todos lo vieran así sería diferente en las instituciones. Es una parte más de nuestra sexualidad, intervienen las mismas hormonas", apuntó. De hecho, aseguró que hay momentos de placer y que es necesario quitarle la carga negativa que se le adjudica, como sucede con el dolor: "Lo que hay que recordarles a las mujeres es que nuestro cuerpo está preparado. Con esto no quiero decir que tienen que parir sin ninguna ayuda de analgesia o algo, porque hay mujeres que lo eligen y no está mal, lo importante es poder decidir".

El término parto respetado refiere a un espacio donde la mamá y su bebé sean los protagonistas y donde el nacimiento se desarrolle de la manera más natural posible. La Ley de Parto Humanizado Nº 25.929 promueve que se respete a la familia en sus particularidades (raza, religión, nacionalidad) y que se la acompañe en la toma de decisiones. En su artículo segundo, establece que toda mujer tiene derecho a "ser informada sobre las distintas intervenciones médicas que pudieren tener lugar, de manera que pueda optar libremente cuando existieren diferentes alternativas".

Para graficar este derecho, Adriana contó que con su primer hijo se sintió algo limitada. "Me pusieron la epidural y no la pedí, estaba acostada, no me dejaban mover, me rompieron la bolsa, me hicieron un montón de cosas para apurar. Con ese combo no tenía herramientas para sobrellevar todo eso", recordó y enfatizó que las mujeres son las "principales responsables" para cambiar esta situación. "Poco a poco se van logrando cosas, nosotras en todos estos años hemos logrado que muchísimas mujeres hayan parido respetadas en diferentes instituciones", valoró.

Estos cambios se impulsan desde Doulas de Rosario (doulasderosario.blogspot.com.ar) mediante el acompañamiento en el parto y diversas actividades como charlas mensuales y jornadas para fechas conmemorativas. Además de los espacios para mujeres embarazadas, empezaron los talleres de crianza "donde las mamás van con sus bebés y se trata de seguir ese vínculo de sostén" que se inició durante la gestación. "Nosotras siempre aclaramos que no les vamos a enseñar nada, sino que vamos a despejar dudas y que tengan un lugar para compartir entre pares", concluyó.