Los médicos del Hospital Centenario están habituados a enfrentarse con situaciones difíciles. Pero ayer por la mañana, tuvieron que soportar un momento particularmente tenso, cuando se presentó un joven con un revolver en la cintura, sin que mediara explicación alguna por su actitud. De inmediato, los profesionales llamaron al destacamento policial que está en la puerta del hospital, cuyos efectivos detuvieron al muchacho. De 18 años de edad, contaba con un pedido de captura por abuso de arma y lesiones a una mujer. El arma tenía cinco cartuchos intactos y uno servido.