"Llegué al lugar a donde estacioné y no estaba el auto, entonces recurrí a un agente de policía y por medio de ellos me entero de que mi coche estaba en el Corralón. No me han dado ninguna boleta de infracción. Estuve en ocho provincias y acá en Rosario lo dejé en calle San Luis al 1000, fuimos con mi señora a comprar algo. Después me dijeron que tengo que comprar un parabrisas nuevo porque tengo una rajadura. Es un desagrado muy hiriente para mí, no me atendieron bien anoche (por el lunes a la noche) cuando fui a reclamar a Tránsito. Apenas me den el coche, me quiero ir de la ciudad".

(Declaraciones a la prensa de Luis Fernando Palma, un turista de Río Gallegos que llegó hace unos días para conocer Rosario).