Rosario se ufana de su crecimiento como polo de atracción turística. Pero hay cosas que faltan, evidentemente. Como por ejemplo dar cumplimiento a la ordenanza de mayo de este año que obliga a los bares en concesiones municipales a cobrar con tarjetas de débito y crédito. No sólo que esto no sucede, sino que además emiten para los clientes un falso ticket que abajo, muy chiquito, dice "para controlar y después confeccionar el ticket a pedido del cliente". Por supuesto, la mayor parte de la gente cree que ése es el ticket fiscal verdadero y los que notan la diferencia no reclaman. Conclusión, la mayoría de estos negocios privilegiados de la costa central rosarina no pagan los impuestos correspondientes. Y además, hay que ir con los billetes en la mano para poder consumir.