Ana estaba sentada en la comisaría 1ª de Juan Manuel de Rosas al 1300 esperando ser atendida. Al lado suyo se sentó Mario, que había sido trasladado hasta allí por efectivos de la sección Motorizada por haber intentado robar una bicicleta. En un descuido, Mario introdujo sus manos en la cartera de Ana y le sacó el celular. El policía que estaba detrás del mostrador, que hasta ese momento pensó que eran una pareja, tuvo dudas. Por esa razón le pidió a Ana que se fijara si le faltaba algo. "Me falta el celular", exclamó la chica. El policía pidió el número, llamó y el celular sonó. Estaba en la media de Mario que de inmediato quedó detenido en el mismo lugar donde cometió el delito.