Sensación térmica: 39,5 grados. Eso informaba el Servicio Meteorológico Nacional ayer a las 16, cuando el termómetro marcaba 34,4 grados de temperatura. Ni siquiera las tormentas eléctricas que se produjeron a la mañana lograron aplacar el calor. La tarde de ayer fue agobiante para los rosarinos que no pudieron refugiarse en lugares con aire acondicionado. Hasta las piletas y el río resultaron insufribles. El pronóstico no es alentador: para hoy se esperan 37 grados, y recién mañana vendría la lluvia, con una corriente de aire frío que aliviará la masa de aire cálido y húmedo sobre la región.