Jue 09.07.2009
rosario

PSICOLOGíA › REFLEXIONES SOBRE EL DéJá-VU, PERTURBADOR FENóMENO DEL INCONSCIENTE

Recuerdos de lo que no pasó

Cuando el afectado cree estar repitiendo un suceso anterior, y al mismo tiempo sabe que eso es imposible, se genera el déjá-vu, que significa "ya visto". Se trata de la vivencia singular y confusa de oscilar entre realidad y fantasía.

› Por Jorge Ballario*

Hace unos años fui de vacaciones con mi familia a Camboriú, al sur de Brasil. Luego de acomodar el equipaje en el cuarto del hotel, salí al balcón para disfrutar de la vista panorámica que seguramente se podía apreciar. Al instante me hallaba inmerso en esa misteriosa y perturbadora sensación de ya haber estado allí, cuando en verdad era la primera vez que me encontraba en esa ciudad balnearia. Recuerdo que mi perplejidad era tan intensa que me asusté. Pero traté de serenarme y me puse a practicar la asociación libre, tal como lo había hecho durante años con mi psicoanalista. Por mi mente comenzaron a fluir las similitudes entre esa nueva situación y una anterior que había experimentado algunos años antes, en otro balneario, de otro país. Detecté cómo la realidad actual me transportaba mentalmente, como lo puede hacer la música y otras diversas experiencias; me conectaba de manera inconsciente con vivencias similares que reproducían la atmósfera mental anterior.

En ambas situaciones yo estaba de vacaciones y me hallaba en el balcón del hotel de un país extranjero contemplando un paisaje similar: parte del mar y la playa, una frondosa vegetación tropical en la que se destacaban algunas palmeras, y calles por donde circulaban vehículos diferentes a los que veía en mi país. Todas estas similitudes, sumadas al clima vacacional y familiar, fueron lo bastante fuertes como para generar la desconcertante sensación de ya haber vivido ese momento, aunque por otro lado tenía la certeza de que eso no había ocurrido.

El déjà vu, que significa "ya visto", es un fenómeno mental en donde el afectado cree estar repitiendo un suceso anterior, pero al mismo tiempo sabe que eso es imposible. Experimenta una vivencia singular y confusa: la de oscilar entre la realidad y la fantasía.

Lo que casi seguro ocurre es que muchas similitudes entre ambas circunstancias -las del pasado y las del presente- nos generarían la errónea sensación de estar en presencia de lo mismo, de lo ya vivido, cuando en realidad se trata de una "actualización" de resabios, elementos comunes entre ambos hechos, apenas semejantes. Esa misma "sintonía interior" con las vivencias anteriores sería la causal del déjà vu.

Podríamos agregar: lo que se reproduce es la sensación, pero no la experiencia concreta; de ahí nuestra perplejidad, dada la falta de correspondencia entre lo que sentimos y lo que sabemos. Continuando con esta analogía, el déjà vu se activaría una vez que la sumatoria de "evidentes" similitudes son suficientes para confirmar, a nivel de nuestros sentimientos, que la situación actual es la misma que otra anterior. Es decir, en ese preciso instante la "sentimos" así, pero en forma inmediata el sentimiento entra en conflicto con el saber racional que nos indica ¡no! En ese lugar, en esas circunstancias o con esa persona, nunca hemos estado.

Existe una sensación también inquietante, de tener una palabra en la punta de la lengua y no poder expresarla, pero una vez que hallamos el dato exacto, dicha impresión se disipa. Es una sensación molesta y un buen ejemplo de cómo una energía psíquica que todavía no ha podido ser canalizada por la palabra puede convertirse en algo perturbador o en una cosa sin nombre: no es la palabra que "no sale"; es energía psíquica que no puede procesarse. Nos sentimos mal, estamos incómodos; nos parece que, mientras no encontremos la palabra, no vamos a poder tranquilizarnos. Y, para colmo, no cualquier palabra, sino la palabra.

La palabra correcta, la adecuada, la única capaz de llevarse toda esa desagradable energía; ni siquiera un sinónimo puede lograr la plenitud expresiva.

En el déjà vu también se disiparía el malestar no bien detectásemos lo que generó la confusión; pero, precisamente por tratarse de una situación confusa, no es de fácil resolución. En cambio, la palabra en la punta de la lengua nos orienta en el camino a seguir: sólo debemos recordar el dato faltante, y todo se normaliza.

El concepto psicoanalítico de transferencia puede contribuir también a aclarar el mecanismo del déjà vu. Dicho concepto está referido a la actualización de los sentimientos que experimenta un individuo, al recrear mental e inconscientemente, en circunstancias actuales, los personajes y hechos significativos de su pasado. En ocasiones, el proceso suele hacerse consciente. El déjà vu sería una especie de transferencia cruda en la que el sujeto percibiría parte del proceso, pero no lo suficiente como para comprender lo que ocurre.

*Psicólogo, psicoanalista y escritor. El artículo completo puede encontrarse en www.jorgeballario.com.ar.

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