PSICOLOGíA › LA PSICOANALISTA SILVIA BAUDINI SOBRE EL GOCE Y LOS SUFRIMIENTOS
La directora de la Escuela de Orientación Lacaniana adelanta el abordaje de la XVI Jornada sobre "Los circuitos del goce y su repetición". La producción de sentido que hacen la tecnociencia y la religión. El papel del analista.
› Por Elvira Dianno*
Silvia Baudini, analista miembro de la Escuela (AME) y directora de la Escuela de la Orientación Lacaniana, se ha prestado a responder algunas preguntas con motivo de la XVI Jornada de la EOL Santa Fe sobre "Los circuitos del goce y su repetición" en la que estará presente. En sus respuestas aborda temáticas que van de la toxicomanía hasta la función de la pornografía en la época actual, pasando por la repetición y el aporte del cine y de las series actuales.
--Qué le evoca el título "Los circuitos del goce y su repetición", de la XVI Jornada de EOL Sección Santa Fe?
--Da cuenta de que el goce hoy tiene sus circuitos, por ejemplo, el circuito del toxicómano en busca de la droga es un remedo del circuito pulsional, la diferencia es que éste gira en torno a un vacío y el del toxicómano gira en torno del objeto en el cenit, tiene un objeto de goce producido por la tecnociencia. En la serie Braking Bad, el moribundo protagonista profesor de química con un hijo discapacitado y una mujer embarazada piensa qué le voy a dejar a mi familia? El éxito de esa saga se basa en una moral posmoderna y maquiavélica, el fin justifica los medios. El hubiera podido inventar la píldora de la felicidad que curara el cáncer, pero se dedica a fabricar metanfetamina. Circuitos y repetición orientados por ese plus de gozar como agentes del discurso
--Se puede hablar de goces adecuados a una moral posmoderna?
--Primero hay que ver si lo podemos llamar moral. En un campo la tecnociencia produce objetos fuera de sentido y en el otro la religión provee un sentido, sostiene ese fuera de sentido. Ya lo decía Lacan en El triunfo de la religión, cuando se dieron cuenta qué era la ciencia, les vino muy bien porque podían darle un sentido a cualquier cosa, la ciencia, lejos de ir contra la religión, le provee una razón de existir. Los circuitos del goce hoy no son los de las vías de formación de síntomas freudianos, como dice Miller, no son problemasolución sino que son caminos del bosque, no llevan a ningún lado, caminos para transitar, no estamos todo el tiempo pensando en una solución; nosotros decimos: el síntoma es una solución.
--Y bien la repetición?
--En Freud tiene una dignidad simbólica con un simbólico ordenado, es un real el que empuja a la repetición pero hay un automaton -dirá Lacan- que responde a un orden simbólico. -Cómo pensar la repetición hoy cuando ese orden simbólico no existe? Miller -siguiendo la ultimísima enseñanza de Lacan&- nos habla de la iteración que es fuera de sentido, pura repetición de ese primer encuentro traumático contingente con un goce sin la abrochadura en el Otro. La repetición tiene una abrochadura en el Otro. Vemos al final la película Shame (S. Mc Queen) cuando el personaje luego de confrontarse al Otro goce fuera del Uno el intento de suicidio de su hermana arrojado en la calle, la angustia al final del encuentro imparable de la iteración de lo sexual de la pornografía.
--Miller habló de pornografía en París recientemente son nuevas formas de gozar?
--La pornografía es un boom, es el recurso perfecto para no encontrarse con el otro cuerpo, para no tener que lidiar con la palabra del Otro, para un goce completamente Uno, que hace patente la ausencia de relación sexual es a lo que se refiere Miller en esa conferencia. En La fuga del sentido (1995) Miller cita un film, Denise al teléfono, donde personajes sólo hablan por teléfono, nunca se encuentran y en esa ausencia de relación se ve paradigmáticamente que el sexo es por teléfono, circuitos sin el encuentro de los cuerpos. En la pornografía ni siquiera está el encuentro con la voz, es la pura imagen que se impone, no es que el sujeto consume pornografía, la pornografía lo consume a él.
--¿Qué papel para el analista en este tiempo?
--No se trata de instalar una moral; en el video Miller en el teatro Sorano él dice que no se trata de cerrar los ojos o caerse desmayados por las cosas horribles que ocurren, sino saber que hay que acompañar el movimiento para atemperar esa iteración, esa repetición que ningún objeto de la tecnociencia podrá frenar nunca y que la religión lejos de frenarla la sostenie otorgándole un sentido. Además, se trata de formarse y no conformarse. Hoy no es la brújula del padre lo que nos orienta sino una brújula que tiene que ver con la singularidad de un goce que puede el psicoanálisis hacerlo ir en la dirección del Otro, para querer saber algo de eso de lo que le ocurre.
--Su conferencia será sobre el control: ¿análisis de control?
--Sí, son tres controles míos, efectos de la contingencia del control sobre el practicante que yo era, los efectos sobre el sujeto analítico. Se controla el acto analítico y los tropiezos del acto analítico. No hay manera de no tropezar. Es imposible pensar la práctica analítica sin poner en juego lo que implica llevar adelante la cura de un sujeto en tanto no somos dueños del acto analítico, lo que hacemos no está asegurado perse, está asegurado por la formación porque el análisis tiene fin pero la formación no.
*Miembro EOL y AMP. A cargo Prensa XVI Jornada EOL Santa Fe.
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