PSICOLOGíA › CURSO SOBRE "ACTUALIDAD DE LA NEUROSIS OBSESIVA"
Los interrogantes que plantea la neurosis obsesiva son abordados en este artículo. Su traducción es encontrarle un sentido de manera que se vuelva comprensible para el paciente.
› Por Patricia Cuestas *
Vamos a comprobar, procediendo a la lectura de algunas líneas de un párrafo del historial clínico del hombre de las ratas, cómo da la impresión que nunca estamos en un terreno lo suficientemente sólido para abordar los interrogantes que nos plantea la neurosis obsesiva. Estos textos de Freud, de los cuales Lacan decía que tenían el mérito de prestarse siempre a comentarios, nos plantean interrogantes constantemente ya que estrechan un real que sin cesar nos invita retomarlos para precisar cuál fue su manera de abordarlo y la enseñanza que ahí nos deja.
El párrafo tiene por título "Algunas representaciones obsesivas y su traducción" y lo que sorprende de inmediato es que se tratará de traducir, es decir como si las ideas obsesionantes estuvieran escritas en una lengua desconocida que habrá que traducir a nuestro lenguaje corriente. Freud en efecto comienza diciéndonos: "Las representaciones obsesivas aparecen inmotivadas o bien sin sentido, en un todo como el texto de nuestros sueños nocturnos; y la tarea inmediata que plantean, consiste a esas representaciones obsesivas en impartirles sentido es curioso y asidero dentro de la vida anímica del individuo, de suerte que se vuelvan inteligibles y aún evidentes".
Entonces la traducción de estas ideas obsesivas es encontrarles un sentido de manera que se vuelvan comprensibles e incluso completamente naturales para el paciente.
Esto ya nos plantea la cuestión retomada por Lacan en su reflexión sobre la interpretación analítica y si ésta actúa en el registro del sentido o sea en el registro de lo imaginario, pregunta que sigue siendo difícil, ¿por qué una intervención en el registro del sentido operaría la cesación del síntoma, de la representación obsesiva? Pues eso es de lo que Freud va a darnos prueba y vemos entonces el interés del problema que nos es planteado aquí desde el principio.
Si seguimos leyendo vemos que se trata para Freud de encontrar la relación existente entre la obsesión y los eventos de la vida del enfermo. "Empiezo nos dice con un ejemplo, que ofrece una particular transparencia, del impulso suicida, muy frecuente en nuestro enfermo; a poco andar, se analiza por sí solo ya en su exposición. Su novia se ha ido para ocuparse de su abuela enferma y él perdió tres semanas de su estudio a causa de esta ausencia y es entonces que viene a su cabeza la siguiente idea: 'El mandamiento de presentarte en el primer plazo posible de examen dentro del semestre se puede admitir. Pero, ¿qué pasaría si te viniese el mandamiento de cortarte el cuello con una hoja de afeitar?. Va a tomar una cuchilla. No, demasiado simple y lo que le viene es 'tu tienes que viajar hasta allí y matar a la anciana señora'".
Y entonces como Freud nos los ha dicho todo se explica o sea toma su sentido si acercamos esas compulsiones a los eventos de la vida del paciente.
"¡Oh, nos dice me gustaría viajar hasta allí y matar a la anciana que me roba a mi amada". A lo cual sigue la orden: "Mátate a ti mismo como auto castigo por semejantes concupiscencias de furia y de muerte", y todo el proceso marcha, bajo el más violento afecto, en secuencia invertida: castigo primero cortarse el cuello y al final mención del deseo culpable. Y algo curioso: "No creo que este ensayo de explicación pueda parecer forzado o haya dado cabida a muchos elementos hipotéticos".
Tenemos razones para creer que las explicaciones que da al paciente de esta compulsión tuvieron sus efectos, sin embargo estamos ante lo que hay que llamar una construcción como él mismo lo hace en uno de sus artículos "Construcciones en el análisis".
Si estudiamos el texto lo que le viene en mente es una orden, un imperativo y es alrededor de este imperativo que gira la compulsión, el problema está representado por el hecho de que se trata de una orden y el horror de cumplir lo que sería para él lo más extremo, cometer lo irreparable ya sea que se corte el cuello o el de la vieja. Lo que encontramos entonces es, por un lado, algo que sería una invitación al acto que sería el acertado, el último. Y al mismo tiempo, la resistencia para defenderse de él, protegerse de él y sabemos cuán frecuente es este dispositivo en la neurosis obsesiva. Todo sucede como si a falta de un acto "fundador" entre comillas que hubiera sido el acertado o que hubiera sido tal vez rechazado o escamoteado en la mente del obsesivo, sin cesar le regresara algo como una incitación: "Pues bien, vas a cometer uno de esos y éste no fallará".
Vemos surgir aquí otra pregunta teórica que merece nuestra atención y es que Freud nos propone una explicación que podemos llamar de orden histórico, entre él y la dama hay siempre algo que se interpone seguimos con la explicación edípica y no estamos en el mismo registro si proponemos una explicación estructural. Es un punto que tenemos que poner en movimiento, volver a poner en circulación, para tratar de comprender mejor, no como el obsesivo comprender todo, pero comprender mejor la cuestión del manejo de la cura.
¿Cómo hoy en día tendría que considerarse todo eso? ¿Cómo habría que intervenir? Vemos en qué medida estas pocas páginas transportan cargas que no hemos en lo más mínimo agotado ni tomado en sus dimensiones y su valor.
*Miembro de la Association Lacanienne Internationale.
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