El binnerazo no sólo se ha expresado en Rosario. La ola socialista se ha extendido en el resto de la provincia de Santa Fe configurando un nuevo escenario político. Binner ha ganado mucho más que una elección. De hecho se ha convertido en un referente nacional inedulible de lo se llama el centroizquierda, un espacio que hasta aquí había hegemonizado Lilita Carrió y sus permanentes contradicciones.

Los cuatro años que tiene por delante Binner como gobernador pone fin de la hegemonía peronista en Santa Fe y fortalece el sistema democrático con la puesta en marcha de una alternancia política que no se vivía desde la restauración de la democracia.

Rafael Bielsa vuelve vencido a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, su lugar de residencia, donde pondrá a disposición de las autoridades de la Cámara de Diputados de la Nación su renuncia a la banca, todo un gesto. "La derrota tiene un solo padre, si alguien no dio la talla, ese he sido yo", dijo anoche el ex canciller, en un tono marcado por la amargura, quien de paso recordó los apoyos políticos del presidente Néstor Kirchner, la senadora Cristina Fernández de Kirchner, al gobernador Jorge Obeid y al senador nacional Carlos Reutemann, quienes también deberán hacerse cargo de una derrota histórica.

La decisión política del gobernador Obeid de derogar la nefasta Ley de Lemas -perdía el candidato que más votos obtenía- que como recordaba el gran ausente Reutemann era la máquina de ganar del justicialismo, fue el punto de partida de que algo podía cambiar en esta provincia.

Mientras el pase de facturas en el peronismo provincial no tardará en escucharse a viva voz, el socialismo se prepara para ser gobierno por primera vez en la historia argentina.

Binner tiene un perfil político particular: austero, medido, componedor. Su mayor capital es la honestidad y su capacidad de gestión, demostrada cuando fue intendente de Rosario. Así lo ha entendido el gran electorado santafesino.

De ahora en más, Binner tiene la enorme tarea de posicionar a la provincia en otro plano. Salud, educación y promoción social, se ha dicho, serán las prioridades del futuro gobierno socialista. No es poca cosa para empezar a recorrer otro camino y que la consigna electoral "vienen buenos tiempos", sea mucho más que eso.