OPINIóN › SIETE DíAS EN LA CIUDAD
El peronismo provincial ha endurecido su postura hacia el gobierno de Bonfatti. La crítica constante de Binner al gobierno nacional, la consolidación orgánica del PJ santafesino y la falta de acuerdos en torno de algunos puntos en la reforma tributaria son algunos de los puntos visibles de ese nuevo escenario.
› Por Leo Ricciardino
El vuelto va a ser grande. Es lo que se comenta en las filas del peronismo provincial en referencia a un repentino endurecimiento del discurso opositor en Santa Fe, respecto de la reforma tributaria que pretende la administración de Antonio Bonfatti. El sector más dispuesto al diálogo con el Ejecutivo socialista siempre fue el kirchnerismo más puro encabezado por Agustín Rossi y Luis Rubeo, algo que incluso les trajo problemas internos con otros dirigentes. Al parecer esa buena predisposición terminó socavada por la permanente diatriba que Hermes Binner dirige -casi a diario- contra el gobierno nacional de Cristina Fernández de Kirchner. El escenario es otro y apunta ya al 2013, donde peronistas y socialistas se enfrentarán nuevamente para elegir diputados nacionales y despunta incluso el 2015, donde el PJ pondrá como objetivo de máxima recuperar la provincia para su fuerza.
Hasta ahora parecía que la diputada provincial María Eugenia Bielsa y otro reducido grupo de legisladores eran los más críticos del gobierno provincial a la hora de discutir gastos y recursos. Pero ahora, el PJ en su conjunto parece encaminado a unificar una posición que no será precisamente favorable para la administración Bonfatti.
Los puntos de quiebre en la negociación comenzaron tras los acuerdos que socialistas y radicales habían alcanzado en torno del texto para los nuevos marcos impositivos, después de los airados y públicos planteos de la UCR. Hasta allí, el peronismo se mantenía expectante y se encaminó luego la negociación en el Senado para otorgar media sanción el próximo 12 de julio. Como viene, eso está lejos de suceder.
Diputados peronistas se quejan de que el gobierno no activa las remesas que debe a municipios y comunas gobernadas por el PJ por el Fondo de Obras Menores, un gesto que pedían para seguir las conversaciones. En el caso de Villa Gobernador Gálvez esa deuda data ya de 2009. La respuesta oficial es que el intendente Pedro González no presenta los papeles, pero éste a su vez asegura que no tiene ningún papel en medio del caos administrativo que le dejó su antecesor frentista Jorge Murabito.
"Le votamos las Letras y no las usan", se quejó otra fuente de la Cámara de Diputados de Santa Fe en referencia al endeudamiento que habilitó la Legislatura para emitir deuda por más de 500 millones de pesos. Otra queja pasa porque se acepta modificar algunos avalúos del campo porque tiene poder de lobby, mientras que los habitantes de las ciudades tendrían que admitir mansamente el incremento del Impuesto Inmobiliario Urbano. Pero en rigor, tampoco hay entendimiento en los avalúos de los campos. El peronismo pone como ejemplo que hay dueños de pocas hectáreas que no tienen una gran producción y que si les tocan ese valor fiscal, pasarían a pagar Bienes Personales y quedarían directamente al borde de tener que rematar su propiedad. Otra: Un sector del peronismo quiere incluir el cobro de Ingresos Brutos a las grandes cerealeras de la región a pesar de que el Ejecutivo asegura haber estudiado el tema y concluyó que es tan imposible como inconstitucional porque -en realidad- se trata de exportadoras y ya pagan una tasa especial por su multimillonaria actividad.
Por otro lado, la bronca de algunos senadores provinciales pasa por los cargos que se multiplican en los Nodos de la provincia. "A mí me nombraron en mi territorio a todos los que perdieron conmigo en las últimas elecciones. Es un grupo de opositores que a través de un esquema oficial me combate a mí políticamente", confesó un legislador peronista que pidió reserva de nombre.
La lista de desacuerdos podría ser más larga y cuando todo parecía listo para salir, la reforma tributaria en Santa Fe ingresa nuevamente en un cono de sombras. Daba la impresión de que Bonfatti iba lograr lo que no pudo en su momento Binner, pero las cosas comenzaron a complicarse. El socialismo tendrá que flexibilizar muchas más cosas si es que quiere encontrarse con varios millones extra para sostener su estructura de gastos públicos.
Disparos al pasado.
La posición del peronismo comenzó a incluir en los últimos días, en lo que pretende ser un discurso unificado, una mirada hiper crítica de la gestión de Binner. También puede evaluarse en el marco de la tensión nacional que genera el líder del FAP para posicionarse entre los opositores. "Tanto (Angel) Sciara, como (Antonio) Bonfatti fueron ministros de Binner en la gestión anterior y por lo tanto deben hacerse cargo de la crisis financiera que dejó en la provincia ese gobierno", dijeron dirigentes por separados y en el duro documento que se conoció en las últimas horas.
A pocos días de haberse convertido en interlocutor oficial para el gobierno, que lo citó a una conversación formal, el flamante titular del PJ provincial José Freyre empezó a llevar la voz cantante del descontento.
"El gobierno nos ha planteado la necesidad extrema de aumentar los impuestos para pagar los sueldos públicos. Nosotros no vamos a desfinanciar la provincia, pero tampoco queremos castigar a los santafesinos con un impuestazo", dijo Freyre. Y agregó que su partido responsabilizará "al ex gobernador Binner por haber llevado a la provincia a la situación de déficit y ahogo financiero que padece hoy su sucesor, Antonio Bonfatti. Hay responsables que tienen nombre y apellido, porque Bonfatti era el ministro más relevante de Binner y su ministro de Economía es el mismo que el actual (Angel Sciara)", aseguró el peronista que ya conocía por supuesto, el contenido del documento crítico que se conoció horas después.
Sobre estas declaraciones, el primero que reaccionó fue el ministro Sciara. "Qué tiene que ver una cosa con la otra, si quieren criticar al gobierno anterior nosotros tenemos 25 años de gobiernos peronistas para criticar", bramó el titular de la hacienda provincial. Y aseguró que una cosa "es el discurso político y la confrontación natural en ese sentido y otra cosa es la responsabilidad que tienen los legisladores" a la hora de determinar decisiones que puedan reforzar las cuentas públicas.
Sciara aseguró que "no tienen que preocuparse (los peronistas). Nosotros nos hacemos cargo de lo que hicimos y de lo que hacemos. Lo que pasa es que tenemos diferencias conceptuales hay quienes consideran que el sólo hecho de tener déficit es un fracaso y nosotros pensamos que el éxito de un gestión no se mide así, sino que se mide por sus realizaciones y prestaciones", retrucó el ministro.
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