La diputada Alicia Tate de Cáceres ha contestado con una retahíla de insultos a las críticas públicas de que fue objeto por su decisión de defender el ingreso como diputado del terrorista de estado Luis Abelardo Patti. No parece ser lo más aconsejable sacarse de quicio en este momento, sino reflexionar tan sólo un instante sobre el tremendo error cometido, ya que de no haber sido por los dignos once votos de su mismo partido que rechazaron dicho pliego, más los de socialistas y del ARI, hoy el "despreciable y repulsivo" sujeto (según calificativos de la Dra. Tate), tendría todas las prerrogativas, poderes y honras de un legislador de la nación, como un verdadero símbolo de impunidad.

Esté segura señora Diputada que leí a fondo los argumentos de su dictamen, pero que alguien discrepe con ellos no le da derecho a calificarlo despectivamente ya que en tal caso también salpicaría con sus improperios y guarangadas a nada menos que ciento sesenta y cuatro legisladores que desecharon la validez de una supuesta "excelencia" doctrinaria.

También se equivoca cuando me sindica a mí como defensor del Pejotismo devaluado que no dudó en aliarse con el represor para enfrentar al Presidente Kirchner. Siempre fui crítico de esos hechos como del apoyo de un sector del Partido al Proceso Militar, y como prueba de ello desde hace años me he desafiliado del Justicialismo, como así también exigí (y lo sigo haciendo) que cesara la impunidad respecto de la trágica represión del 19 y 20 de diciembre de 2001 en Rosario como de los hechos derivados del trágico ingreso del Salado en la ciudad de Santa Fe. Usted quedó tan mal luego de la votación que no midió sus palabras.

En definitiva me parece que usted se equivocó de enemigo, señora diputada.

* Abogado