OPINIóN › PANORAMA POLITICO
› Por Leo Ricciardino
Ni la Copa del Mundo en instancias definitivas pudo evitar que se produjeran novedades políticas en la provincia de Santa Fe. Y es que la carrera a la gobernación ya comenzó y no hay quien o que pueda detenerla. Sorpresivamente para su estilo, fue el precandidato con más chances para el 2007 el que salió a sacudir el escenario político y lo hizo desde el palco del acto del 20 de Junio. Ese fue el lugar que eligió Hermes Binner para apurar las definiciones del ARI santafesino: "Ya están adentro del Frente Progresista en la provincia", disparó el socialista en referencia al partido que lidera Elisa Carrió.
Las declaraciones no le cayeron bien a nadie. Ni siquiera a la conducción provincial de Alberto Muñoz y Alicia Gutiérrez que son quienes más se esfuerzan por que su partido ingrese a la coalición que lidera el ex intendente de Rosario. Pero dicen que Carrió bramaba desde Buenos Aires y prefirió que fuera su dirigente más leal en Santa Fe la que saliera a responder. Así, la diputada nacional Susana García mostró su sorpresa al enterarse "por los medios" de que ya integraban la coalición. De todas maneras, aclaró que Carrió no saldría a impugnar la alianza en este distrito si así lo decidía el ARI a través de su Junta Provincial Ejecutiva. Pero sabida es de antemano la posición de Lilita: Nada de alianzas en ningún lado y menos con Binner en Santa Fe. Y ese pensamiento, pesará a la hora de las decisiones.
Carrió, que antes estaba enfrentada al senador nacional socialista Rubén Giustiniani, ahora lo prefiere a Binner al que no tolera por su oscilación respecto del gobierno nacional y del presidente Néstor Kirchner en particular. Con Giustiniani es otra cosa, ahora éste es un compañero de ruta ideal que frenó la integración de Héctor Polino al gobierno y ratifica cada vez que puede su abierta oposición a la gestión K.
Es tal la diferencia que hay entre estas posturas del socialismo que permite versiones extremas como las que surgieron estos días, y que señalan que el presidente podría ungir como candidato propio en Santa Fe nada menos que a Binner.
La mera posibilidad puso los pelos de punta al conjunto del peronismo santafesino y así lo señaló el jefe de la bancada del Frente Para la Victoria en Diputados. "Eso es una locura, yo hablo todos los días con los hombres cercanos al presidente y, con el propio presidente, y jamás se ha hablado de eso", dijo Rossi desde España donde acompaña a la comitiva presidencial junto con el gobernador Jorge Obeid.
Pero las novedades no terminaron ahí. El radicalismo de la provincia encontró una manera rápida de seguir encorsetando a Binner, al pronunciarse rápidamente en la cumbre nacional de la UCR por la candidatura presidencial de Roberto Lavagna. Lo cual plantea un escenario que compromete a los socialistas y también al ARI. ¿Cómo puede pasar Binner de ser potencial candidato de Kirchner a probable aspirante a la gobernación de la mano de Lavagna? ¿Puede un partido como el ARI con candidata a presidente ya lanzada integrar una coalición en Santa Fe con un partido que adhiere a otra postulación presidencial?.
La Corriente Interna del ARI que lideran los rosarinos Carlos Comi y Pablo Javkin, ya dejó en claro cuál es su ubicación. "No vemos que haya posibilidades de integrar un frente con Binner. Nosotros somos claros opositores al gobierno nacional y Binner no. Además, lo acompañan personajes nefastos del radicalismo y está la posibilidad de que se sume el Partido Demócrata Progresista. ¿Qué tendríamos que hacer nosotros ahí?", se preguntó Comi en una entrevista radial.
Por su parte, los radicales santafesinos se resfriegan las manos. Quieren al ARI fuera de la coalición para no tener que discutir cargos y espacios con una fuerza más. Se los ve más dispuestos que nunca a cumplir aquello que muchos de sus dirigentes se han prometido desde hace meses: "Nunca más ir colgados de los pantalones de Binner". Esto significa que el candidato socialista los necesita más que nunca para sumar estructura política y tener claras posibilidades en todo el territorio provincial, incluso allí donde el PS tiene escaso o nulo desarrollo. Y además, representa claramente las aspiraciones radicales que pasan por obtener un vicegobernador, varios ministros y no sólo buenas ubicaciones en la lista de diputados provinciales. Tan seguros están de esto que el presidente del Comité Provincial, Felipe Michlig, no se cansa de amenazar a Binner diciendo que irán a una interna con el socialismo si no están dadas las condiciones para llegar a un acuerdo global.
Por eso, ahora se entiende más claramente el apuro de Binner por meter como sea al ARI dentro de la coalición. Su incorporación al Frente Progresista Cívico y Social permitiría equilibrar fuerzas con los radicales, convirtiendo al partido de Carrió en Santa Fe en una suerte de árbitro que neutralice la ambición desmedida de la UCR.
Aguafuertes Españolas
Jorge Obeid y Agustín Rossi no desaprovecharon la invitación del presidente a sumarse a la gira por la península. Además de traer novedades de posibles inversiones para un tren rápido, el compromiso de apoyo con fondos para el desarrollo de un centro genoménico en Rosario y la posibilidad de que el Instituto Cervantes abra una sede aquí; los dirigentes santafesinos tuvieron la posibilidad de imponerlo al presidente de la realidad electoral santafesina de primera mano y con las últimas novedades.
Rossi no pudo sustraerse a los vaivenes políticos de Santa Fe al ser consultado por periodistas que cubrieron la gira y también al ser convocado telefónicamente por los medios de Rosario y la Capital Provincial. Así le llegó la versión de un posible apoyo de Kirchner a la candidatura de Binner, lo que fue rápidamente desmentido por el diputado justicialista como ya se mencionó.
Pero además, Rossi no se privó de sumar una cuota de incertidumbre a la compleja alquimia peronista que se debate para enfrentar al poderoso candidato socialista en la provincia. El jefe del bloque K en el Congreso abrió el abanico de posibles candidatos del PJ al decir "no veo por qué limitar la candidatura a gobernador a los nombres de Carlos Reutemann o el mío. Tranquilamente podría haber otro candidato", lanzó intrigante desde Madrid.
Cuando los periodistas repreguntaron por quién sería ese "tercer hombre", Rossi hizo como Pekerman y se guardó la lista. "No estaba pensando en nadie en particular, sólo digo que el peronismo tiene muy buenos dirigentes como para sumar a una candidatura a gobernador", explicó mientras muchos iban dibujando los perfiles del intendente de Rafaela Omar Perotti y, también, el del diputado nacional y ex Canciller Rafael Bielsa. Es más, algunos ya piensan de antemano en cómo podría sonar una campaña Bielsa-Bielsa. Es decir, Rafael arriba peleando la gobernación y su hermana María Eugenia abajo, peleando la intendencia de Rosario.
Como sea, el peronismo santafesino ha logrado recuperar protagonismo ante lo que parecía el crecimiento imparable de Hermes Binner. No es que el socialista hay tenido algún percance en las encuestas -al contrario- pero sucede que en el enrarecimiento del clima interno del Frente Progresista ha significado por oposición una bocanada de aire fresco para el justicialismo provincial. Ya lo dijo el radical Felipe Michlig: "Estamos ante una posibilidad histórica de cambiar la realidad santafesina después de 24 años de gobiernos peronistas. Dependerá de nosotros hacer las cosas bien y no equivocarnos". Toda una confesión de parte.
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