OPINIóN › SIETE DíAS EN LA CIUDAD.
Bonfatti sacudió el tablero político local al anunciar que será candidato a diputado provincial. Terminó con las especulaciones cerca de Randazzo y le complicó la estrategia al radicalismo frentista más rebelde. Ahora muchos esperan certezas del lado del peronismo donde todos le piden a María Eugenia Bielsa que vaya, pero pocos le dan las garantías que quiere.
› Por Leo Ricciardino
El gobernador Antonio Bonfatti sacudió en las últimas horas el tablero político santafesino al anunciar que encabezará la lista de candidatos a diputados provinciales del Frente Progresista. El anuncio ratificó por un lado la idea del socialismo de "blindar" la provincia compitiendo con hombres y mujeres que puedan darle un triunfo al partido en las categorías más relevantes. Y por otro lado, complicó aún más la estrategia del sector del radicalismo que busca con más decisión dentro del FPCyS una alternancia en la conducción.
No es casualidad que el anuncio de Bonfatti se haya conocido horas después de la presentación pública de un espacio político dentro del Frente liderado por Mario Barletta, Rubén Giustiniani, José Corral y Pablo Javkin, entre otros. Por eso fue precisamente Barletta el que salió con los tapones de punta contra el gobernador: "Bonfatti se equivoca", dijo el ex rector de la UNL y sostuvo que debería "estar por encima de las posiciones internas del Frente Progresista porque le queda un año de mandato". Y le recordó que fue el mismo Bonfatti el que "inauguró las candidaturas testimoniales aún antes que Néstor Kirchner, cuando fue candidato a concejal de Rosario en 1997 y después no asumió en ese cargo".
Todos los sondeos de opinión le dan a Bonfatti una buena imagen personal. A pesar de los problemas de inseguridad y narcotráfico que figuran al tope de las preocupaciones de los ciudadanos de esta provincia, también hay una visualización de que la administración pública se ha ocupado del tema. Sí subsisten las críticas respecto de los resultados de ese conjunto de medidas que fueron encaradas por el gobierno provincial para, por ejemplo, transformar la policía y poner un freno a la ola de homicidios, que siguen teniendo tasas exorbitantes en las principales ciudades de Santa Fe.
También hay otras valoraciones políticas entorno al estrepitoso lanzamiento de Bonfatti este fin de semana. Aún está fresco lo que significó para el gobierno socialista la sonora derrota que le impuso María Eugenia Bielsa a Raúl Lamberto en la categoría de diputados provinciales en 2011, cuando aún se desconocía hasta qué punto el nuevo sistema electoral alteraría las cuestiones institucionales en Santa Fe. Por primera vez el partido que ganaba las elecciones a gobernador en la provincia no se llevaba la mayoría automática en la Cámara baja como lo marca la Constitución santafesina.
De ahí en más, el nombre de quien encabeza la lista de candidatos a diputados provinciales comenzó a tener una importancia que no tenía. Y eso se verá en febrero, cuando se oficialicen las candidaturas para la contienda electoral provincial. Todas las fuerzas querrán poner allí a un nombre de peso y alto grado de conocimiento para poder competir con chances.
El otro tema a tener en cuenta en torno a la decisión de Bonfatti tiene que ver como siempre en su vida política , con Hermes Binner. Siempre se dijo que el actual gobernador podría aspirar en 2015 a una banca en el Senado de la Nación, en reemplazo de la que dejará vacante Rubén Giustiniani. Pero la candidatura a presidente de la Nación de Binner por el FA Unen comenzó a desdibujarse. Es más, el propio frente empezó a crujir por las pesadas embestidas de Lilita Carrió y las maniobras de radicales como Ernesto Sánz y Julio Cobos. ¿Con qué candidato a presidente y con qué posibilidades reales de alzarse con un triunfo corría Bonfatti en este caso? La respuesta a este interrogante es la confirmación de su candidatura a diputado provincial.
Hay un elemento más a tener en cuenta y no es menor. Bonfatti trabajará desde su candidatura para favorecer a Miguel Lifschitz en su carrera hacia la gobernación, pero a la vez si ambos resultan electos (en el caso de Bonfatti es seguro porque encabezará la lista) el actual gobernador tendrá una situación privilegiada a la hora de controlar al propio Lifschitz que, si bien es de su partido, responde a una línea interna totalmente distinta de la que abreva Bonfatti. Puede ser desde su banca el sostén binnerista en el marco de una gestión que querrá imponer sello propio y personal a su gestión. Con Lifschitz en el sillón del Brigadier no quedará mucho lugar para los hombres de Binner en el gabinete que tendrán que refugiarse sí o sí en la misma lista de Bonfatti o arriesgarse a competir por la senaduría provincial. En uno de estos dos lugares también se lo ubica al ministro de Gobierno Rubén Galassi, aunque por ahora no haya mayores precisiones.
Por último, el rumor de que Bonfatti podría integrar una fórmula presidencial junto al ministro de Interior y Transporte de la Nación, Florencio Randazzo, debe haber acelerado los tiempos para que el actual gobernador hiciera pública sus intenciones de cara al 2015.
Del otro lado
Enfrente del Frente Progresista las principales dudas que quedan se centran en el peronismo, ya que Miguel Del Sel está atado no más que a su propia suerte y al humor de los votantes a la hora de llegar a la elección provincial. El cómico ha dejado de ser la novedad y ya está incorporado al directorio de dirigentes políticos provinciales para el común de la gente.
La gran incógnita tiene nombre de mujer y es María Eugenia Bielsa. Es la única dirigente de peso en la provincia que puede cambiar el escenario electoral con su postulación y la que le puede devolver las esperanzas al peronismo en la contienda. Sin ella, lo que quede del PJ tendrá que encarar una empresa monumental para llegar incluso al desafío de mínima: ganarle a Del Sel y quedar segundos.
Todos los dirigentes que esperan con ansias la respuesta de Bielsa han comenzado a perder expectativas. No es para menos, esta semana que pasó se suspendió dos veces un congreso provincial en el que habría novedades importantes. Es claro que esas novedades no llegaron y la convocatoria del presidente del partido José Luis Freyre volvió a caer en saco roto. Es cierto que Omar Perotti aceleró en su campaña con grandes afiches en la ciudad de Rosario, pero él también está a la espera de una decisión de la arquitecta.
La decisión de María podría ser el título de una película no es sencilla. Sabe que es la que tiene mayores chances electorales y por eso impone condiciones muy concretas que el peronismo provincial e incluso los operadores políticos de la Nación, no pueden completar en su totalidad. No porque los pedidos sean inaccesibles, simplemente no hay decisiones políticas contundentes para acceder a dar respuestas concretas. Es allí donde Bielsa piensa: "Todos me piden que me decida pero no me dan certezas para hacerlo". Como viene, la ex diputada provincial llevará hasta la fecha límite el momento de dar a conocer su determinación política.
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