El presidente Néstor Kirchner llegó el miércoles a Rosario acompañado de dos de los aspirantes a convertirse en el candidato a gobernador del oficialismo: Agustín Rossi y Rafael Bielsa. Se ubicaron -salomónicamente- a espaldas del jefe del Estado, y un poco más a la izquierda se veía, junto a ellos, a Hermes Binner. Para los reporteros gráficos era la foto ideal: el Presidente y el futuro Gobernador, "entre esos nombres saldrá el futuro ocupante del despacho principal de la Casa Gris" habrán pensado. Sin embargo, el día anterior, en un hecho no muy difundido -deliberadamente omitido por algunos medios-, el diputado provincial Roberto Mirabella hizo explícita la expectativa de algunos sectores del PJ santafesino en torno a una posible candidatura de Omar Perotti. Mirabella es probablemente el dirigente más cercano al intendente de Rafaela, ambos "se criaron juntos" en la Perla del Oeste y nada que diga el diputado provincial irá en contra de los intereses e intenciones de su jefe.

El momento elegido para hacer público el anuncio tampoco fue casual, y marca una diferencia que luego en el discurso del ex ministro de la Producción se reafirma: el anclaje territorial y la representatividad como elementos distintivos del sector (ver reportaje).

En ese sentido Perotti tiene -a pesar de ser el más joven de todos los candidatos- el curriculum más abultado: dos veces Intendente de Rafaela, senador provincial, ministro de Producción. Los primeros cargos, por el voto del pueblo, el último durante el primer gobierno de Jorge Obeid, luego de haber sido candidato a vice de Héctor Cavallero.

Perotti es sin dudas uno de los cuadros mas sólidos que tiene el PJ santafesino, con peso político propio, buena relación con Obeid y respeto mutuo con Carlos Reutemann. Este último no es un detalle menor. Más allá de que el Lole haya tenido un nivel de conocimiento superior a cualquier dirigente político (de sus años de corredor de Fórmula Uno), se ocupó de desarrollar una estructura territorial que al día de hoy le sigue respondiendo y que no se ha enrolado todavía con Rossi ni con Bielsa.

¿Será Perotti el heredero de Reutemann? Si bien el Lole nunca quiso dejar "herederos directos", está claro que hay mucha mas relación entre el rafaelino y el "reutemismo residual" que la que tienen al día de hoy los otros candidatos. Y si bien el martillo lo va a bajar Kirchner en la Casa Rosada, quienes rodean a Perotti apuestan al "pragmatismo" de K, que va a "medir" y si es necesario propiciar las internas abiertas para poner en movimiento a un partido que parece más atento al marketing y a los sellos que a lo que opinan sus adherentes.

La apuesta de Perotti es diferente a la de Bielsa y Rossi. Lo suyo es la construcción "de abajo hacia arriba" (sic), y si bien es más lenta y dificultosa, parece ser las más efectiva. En los 19 departamentos de la provincia hay referentes a la espera de un candidato en la cúspide de la esructura. Rossi los convoca a partir de ser nada menos que el jefe del bloque de diputados K, y Bielsa -que hace menos de dos años quiso ser Jefe de Gobierno de Capital Federal y luego Embajador en Paris- regresa a la provinicia con la chapa de ex canciller. Sin dudas buenas cartas de presentación frente a la opinión pública y el electorado independiente. Habría que ver qué pasa en las bases del PJ donde, por ejemplo, serán muchos los que verán a Bielsa por primera vez.

Perotti -que no tiene "chapa nacional"- conoce en cambio cada rincón de la provincia y tuvo trato cotidiano durante los ultimos 15 años con los dirigentes de cada uno de los departamentos.

Si bien se ocupó de dejar en claro que no está lanzando su candidatura, tampoco desestimó esa posibilidad, más aún la vinculó a un debate que se instalará a partir de su irrupción en el escenario que hasta el momento compartían exclusivamente Rossi y Bielsa.

Para enfrentar al ex intendente de Rosario -nacido en Rafaela- hay hasta el momento dos rosarinos en carrera. Si Perotti decidiera finalmente competir, sería el único del interior, cosa que atrae a todos -salvo a los rosarinos obviemente- y con seguridad al Lole aunque nunca lo diga públicamente.