OPINIóN › PANORAMA POLITICO
› Por Pablo Feldman
Rafael Bielsa tenía razón. Dijo el mes pasado que "en 15 o 20 días vamos a tener importantes definiciones". Y así fue; sólo que lo que el ex canciller esperaba que sucediera -el "dedazo" de Néstor Kirchner- nunca pasó. En cambio, la semana que pasó el Jefe de Gabinete de Ministros, Alberto Fernández, convocó a su despacho al presidente del Bloque de Diputados Nacionales, y también aspirante a la Casa Gris, Agustín Rossi y le dijo literalmente que "el Presidente en la interna de Santa Fe se mantendrá prescindente", con lo cual marcó dos puntos centrales: que habrá interna y que no tiene un preferido. La semana anterior el propio Kirchner le había hecho saber a Jorge Obeid que la definición del candidato santafesino no figura en sus prioridades, "es un problema tuyo y de Reutemann", le espetó el Presidente al gobernador en el avión que volvía de Caracas, luego de la firma del acuerdo por Sancor. Más aún, según publicó Página/12 el domingo pasado, Kirchner sostuvo en ese mismo vuelo que "Santa Fe está perdida". El Jefe de Estado que tuvo el decoro de no decirlo frente a Obeid -según relata la crónica- no quiso hablar más del tema según el pasajero del avión presidencial que bajó con el relato.
Más allá de ese episodio, todos en el oficialismo consideran a Santa Fe como el distrito menos propicio, incluida la Capital Federal, sólo que el adversario en la provincia no reviste "peligro" para las elecciones nacionales, como sí podría generarlo un triunfo de Mauricio Macri en la Ciudad de Buenos Aires, posicionándose como líder de la oposición. "Que Binner gane en Santa Fe no es un problema para Kirchner", dijo a Rosario/12 un dirigente del Frente para la Victoria que agregó que "ni siquiera pensando que Reutemann puede ser el vice en la fórmula presidencial".
En este contexto, el peronismo de Santa Fe se asoma a una nueva etapa, no sólo porque ya no cuenta con la promiscua Ley de Lemas, sino porque Bielsa y su profusa campaña casi llegan a convencer a la opinión pública de que no habría internas. Pero la pegatina de afiches -sin precedentes desde la recuperación de la democracia- y las múltiples evocaciones no dieron frutos; el PJ se encamina a una interna abierta en la que deberá definir sus candidatos como no ocurre desde que José María Vernet dejó en el camino a Luis Rubeo y Raúl Carignano, en otros allá por el inicio de los '80. Desde entonces que no se ven "los pingos en la cancha", ya que el dedo de Vernet se posó sobre la testa de Víctor Reviglio en 1987 y de allí en más la Ley de Lemas se encargó del resto.
Es un nuevo escenario en todo sentido, inclusive para el Tribunal Electoral que deberá definir rápidamente algunas cuestiones centrales para la interna. La primera es cómo serán las boletas. Aunque parezca menor es un detalle definitivo y Roberto Falistoco -presidente de la Corte Suprema y del Tribunal Electoral- deberá leer e interpretar la ley que -según quien la mire- permitirá boletas cortadas o sábana. Más aún, se habla de "candidatos" y no de "listas". Y fuera del Gobernador y Vice, y los senadores departamentales -que van al "mano a mano"- los otros cargos se reparten por sistema D'Hont.
Esta situación ha provocado gran expectativa, y algunos dirigentes que se habían "prealineados" -el neologismo pertenece a un intendente del PJ que se arrimó a Bielsa y ahora no está tan seguro- están revisando la conveniencia de atar su suerte a uno u otro candidato o jugar la suya de manera individual en cada departamento. Esto es otro elemento novedoso, y así como Bielsa tenía razón al aventurar que "va a suceder algo importante", Rossi no se quedó atrás cuando pronosticó que "recién cuando se sepa que hay internas se van a conocer los apoyos a los candidatos".
Y así parece, sin ir más lejos en Venado Tuerto se reunieron una veintena de intendentes en la casa quinta de Roberto Scott, el jefe comunal. Según el comunicado eran 28, pero en las fotos se cuentan algunos menos.
Por esas horas, Agustín Rossi -de recorrida por el Departamento Castellanos- se reunía con el tercero en discordia, Omar Perotti. El intendente de Rafaela según sus propios dichos a este cronista sigue "firme y trabajando para la candidatura, preparado un plenario para dentro de 10 días". Perotti es el que aparece más atrás en las encuestas que según quien las encargue dan a Rossi sobre Bielsa o viceversa por apenas un par de puntos. Entre el "Chivo" y Perotti hay diálogo y comunicación, no así entre ellos y Bielsa, salvo el de rigor con Rossi por compartir el bloque en la Cámara de Diputados. Si bien ninguno de ellos lo dice públicamente, existe la posibilidad de compartir el mismo espacio, pero la definición de las candidaturas sería un escollo por ahora insalvable entre Rossi y Perotti. No obstante, la imposibilidad de "armar" que evidenció a lo largo de estos meses, el "reutemismo residual" es algo que genera expectativas en los candidatos. El Lole -que sigue en Londres- les hizo saber a los que se reconocen como "el cuarto espacio" que pueden hacer lo que quieran. Así lo escuchó Ricardo Spinozzi, senador de General López, ex secretario general del gobierno del ex corredor y seguramente ahora candidato nonato a la Casa Gris. Más aún, el "viento de cola" que dijo Reutemann tenía la candidatura de Bielsa, y que en ese grupo fue presentado como un "aval" del corredor al ex canciller no se pudo plasmar en ningún otro gesto ni declaración. Inclusive al poco tiempo, su sobrino Federico se enroló en las filas de Rossi, casi como contrapesando el episodio relatado con la portación del apellido del dos veces gobernador sentado al lado del ex presidente del Concejo Municipal rosarino.
Se viene la interna, y esto provocará necesariamente cambios de estrategia, inclusive para el gobernador Obeid, quien a pesar de los esfuerzos no ha podido disimular sus preferencias por Bielsa. Predilección que no comparte siquiera su grupo más cercano y que ahora con la elección primaria se pondrá en evidencia. Como no ocurría hasta ahora -el tiempo sa mayor- será necesario poner nombres propios a los "casilleros". Y en poco menos de un mes presentar la listas oficialmente. El tope es el 2 de abril, y si bien van a completarlas sobre las 12 campanadas ya hay algunos indicios en uno y otro sector. Alberto Hammerly rechazó ser el candidato a vice de Bielsa, y los operadores del diputado por la ciudad de Buenos Aires están acercándose a Julio Gutiérrez, actualmente en el directorio del Banco Nación. Rossi, en tanto, sostiene que su vice "va a ser un dirigente con votos, preferentemente del norte", y allí nacen las especulaciones, aunque Rafaela es la "Perla del Oeste" y Omar Perotti ya adelantó que no va a ser vice de nadie, y no hay razón para no creerle. De todos modos, existe coincidencia en que tres candidatos son muchos para una interna, sobre todo si se aspira a que sea cierto aquello de que "el que gana conduce, y el que pierde acompaña".
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