Hoy se cumplen treinta y tres años del fallecimiento de quien fuera tres veces Presidente constitucional de los argentinos y líder del movimiento social más importante que se registró en América Latina durante el siglo 20. El general Juan Domingo Perón había asumido su tercera presidencia constitucional en la primavera de 1973 luego de 18 años de exilio, tras ser derrocado por el golpe militar de la autodenominada Revolución Libertadora.

La vida política de Perón tiene por ello dos excepcionalidades en América Latina: llegar tres veces a la Presidencia de la Nación y, aún siendo militar, las tres veces mediante el voto popular.

Fue fundador y jefe político del Movimiento Nacional Justicialista que aún hoy, a más de treinta años de su muerte, continúa siendo la fuerza política mayoritaria de la República Argentina.

En octubre de 1943, solicitó desempeñarse en el Departamento Nacional del Trabajo. El joven coronel inició desde este espacio su contacto con la clase trabajadora adentrándose en sus problemas y carencias. Convirtió al organismo en Secretaría de Trabajo y Previsión, ampliando de esa manera sus facultades.

Desde allí impulsó la organización del movimiento obrero en sindicatos transmitiendo a los trabajadores una visión reivindicadora, digna y nacional del trabajo y promoviendo una legislación protectora inspirada en los principios de justicia social. A principios de 1944 conoció a María Eva Duarte que sería su esposa y a quién la historia ha inmortalizado con el nombre de Evita.

Por su desempeño en la Secretaría de Trabajo y Previsión comenzó a crecer su popularidad en el movimiento obrero lo cual despertó desconfianza en muchos de los mandos del Ejército que mantenían una concepción conservadora, reaccionaria y elitista de la sociedad argentina. Obligado a renunciar y detenido a la Isla Martín García; el pueblo reaccionaría pidiendo su libertad en aquel mítico 17 de Octubre.

Juan Domingo Perón está en la Historia. Sintetizó el ideario, aspiraciones y esperanza de miles y miles de argentinos. Representó la inclusión de la moderna clase obrera en la sociedad argentina, transformándola en inclusiva y ascendente. Sentó las bases de la argentina industrial moderna, de la unidad latinoamericana y la posición soberana en el concierto de las naciones del mundo. Por ello su vigencia y su recuerdo. Por ello la referencia inevitable de este resurgimiento de una nación justa, libre y soberana.

*Presidente Bloque Justicialista Cámara de Diputados de Santa Fe