La Federación de Industriales de Santa Fe celebró la decisión del gobierno nacional que permitió eliminar las restricciones energéticas para los grandes y medianos usuarios, tras 69 días ininterrumpidos de racionamiento. "De todas formas, hay que ponerse a trabajar ya mismo en la búsqueda de alternativas porque se viene el verano y las altas temperaturas y otra vez habrá elevado consumo", advirtió Carlos Capisano, titular de la Fisfe. El referente empresarial estimó que los cortes programados de electricidad impactaron en la industria "entre un 5 y un 10 por ciento" del total de la producción estimada. "Al menos en el rubro metalúrgico donde sólo en Rosario hubo 480 empresas afectadas", agregó.

El lunes pasado entró en vigencia una instrucción dada por el Gobierno a Cammesa, la administradora del mercado mayorista, que alivió a unas 4000 empresas de todo el país, que han sufrido, durante todo este lapso, importantes reducciones en su producción.

El propio Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) admitió una fuerte desaceleración en la industria como consecuencia de la crisis energética: en julio, la actividad fabril subió apenas 2,7%, el valor más bajo desde noviembre de 2002. No sólo tuvieron incidencia aquí los cortes de luz, sino también las significativas restricciones de gas y las paradas de varias plantas que, por pedido del Gobierno, ante la crisis, decidieron adelantarle las vacaciones a su personal. Fue el caso de algunas compañías siderúrgicas, cementeras y automotrices en Buenos Aires y el interior.

En diálogo con LT8 Capisano no ocultó su satisfacción tras la eliminación de las restricciones. "Es una muy buena noticia porque nos permite volver a trabajar a pleno", admitió el referente industrial para después advertir: "Igualmente no hay tiempo que perder, estamos cerca del comienzo del verano, de las altas temperaturas y otra vez de elevado consumo energético. Mientras esperamos la inauguración de las obras estructurales que licitó el Gobierno, no queda otra opción que un esfuerzo compartido".

En ese sentido, Capisano recordó que en Brasil "cuando años atrás tuvo una crisis energética similar a la de la Argentina se tomaron medidas restrictivas y de ahorro no sólo para las industrias, que generan empleo y divisas, sino para los consumidores residenciales, para los edificios públicos y los locales comerciales. No es posible que en nuestro país los únicos afectados por la crisis seamos los industriales".

Capisano fue más allá y apuntó una anécdota. "En estos días de restricciones, cuando íbamos a Buenos Aires entrábamos a Capital y veíamos los edificios públicos todos iluminados, las vidrieras de los locales comerciales también y ningún ahorro en el alumbrado público. Es evidente que falta generar conciencia".

El titular de la Federación de Industriales de Santa Fe estimó que las restricciones aplicadas durante algo más de dos meses impactaron entre "un 5 y 10 por ciento" en la industria santafesina. "Al menos, ese es el porcentaje que tenemos relevado en las 480 firmas del rubro metalúrgico que están instaladas en el Gran Rosario", precisó.