Las últimas mediciones del Indec dieron a Rosario y Gran Rosario como uno de los aglomerados urbanos que mantiene la más alta tasa de desocupación, encima de la media nacional del 10,4 por ciento. Pero además de este flagelo, existe el del trabajo en negro que -según dirigentes sindicales- sigue manteniendo en la región "también un índice preocupante". En ese marco, esta semana el secretario general de la CGT Rosario, el municipal Néstor Ferraza, pidió una audiencia con el Defensor del Pueblo provincial Carlos Bermúdez, para solicitar que "se incrementen los controles" de parte de la Secretaría de Estado de Trabajo de Santa Fe.

En el encuentro entre Ferraza y Bermúdez, se abordó la problemática del empleo en negro, situación que consideraron afecta a gran cantidad de personas en esta provincia que sufren las consecuencias de esta modalidad tan extendida.

El titular de la CGT local, que solicitó formalmente esta reunión con el defensor del Pueblo, manifestó que "el objetivo es generar conciencia para el aumento de controles por parte de los distintos estamentos del Estado". Entre otros puntos, se abordó la problemática previsional dado la gran cantidad de casos registrados en los que los empleadores no cumplen con los aportes que las normas establecen, perjudicando de este modo el presente y futuro de los trabajadores.

También se trató el conflicto suscitado por las condiciones precarias de trabajo y la falta de inscripción a las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (A.R.T.) en la que incurre un sector de la patronal local. Finalmente, Bermúdez manifestó que las demandas efectuadas por la dirigencia sindical serán canalizadas por las vías correspondientes.

Ya la primera quincena de este mes, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, advirtió que a los empresarios "les sale caro" tener trabajadores "en negro", aunque aclaró que el empleo no registrado "disminuye sistemáticamente". Según el funcionario, "claramente, la disminución sistemática por primera vez en los últimos 30 años del trabajo en negro es consecuencia de un conjunto de tres factores: el crecimiento económico, una campaña muy fuerte de todo el gobierno con relación a generar una economía en blanco y la tarea de inspección del Ministerio del Trabajo".

Tomada sostuvo además "lo más importante que nosotros hicimos fue poner el tema del trabajo en negro arriba de la mesa", y destacó: "falta mucho, pero los resultados son importantes". Y agregó que "la cantidad de trabajo en negro que hoy hay es más o menos la que había allá por los finales de los 90. Podemos discutir un poco los números, pero lo cierto es que de ese tema no se hablaba. Era absolutamente debajo de la mesa. En algunos casos era fomentado, cuando no la legislación lo facilitaba", indicó el ministro.