La problemática de la lectura y la escritura ha sido estudiada desde hace tiempo en distintos proyectos de investigación realizados en la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Uno de ellos, el Proyecto Integral de Lectura y Escritura (PROILE), se centró en el diagnóstico y la preparación y evaluación de estrategias didácticas, analizando las prácticas de lectura y escritura en la escuela media, en las distintas áreas disciplinares, en cinco establecimientos educativos de la ciudad. Un Programa de investigación radicado en el Centro de Estudios Interdisciplinarios (CEI) de la UNR da continuidad a ese análisis, con el objetivo de elaborar propuestas de lectura y escritura en el marco de una propuesta más amplia de mejoramiento de estas prácticas. "Hay un problema de lectura y escritura ya desde hace bastante tiempo. La mayor dificultad de los alumnos es con los textos que tienen que ver con conocimientos generales o disciplinares", explicó Norma Desinano, directora del PROILE y miembro del mencionado Programa que dirige Zulema Solana.

Con el propósito de buscar estrategias didácticas para paliar este problema que presentan los alumnos, los investigadores trabajan con diferentes profesores de todas las áreas de conocimiento que intervienen en la escuela. "Pensamos que leer es leer en un ámbito disciplinar determinado. Entonces no cualquiera puede orientar en la lectura y en la escritura si no se es especialista en el campo sobre el cual se lee y escribe. Por eso participan en el Programa docentes y profesionales de otras disciplinas", explicó Desinano. "Se requiere vocabulario preciso y saber orientar estas prácticas, por eso en el campo de la lectura y escritura están comprometidos todos, no sólo los profesores de lengua", agregó la directora del PROILE.

Según la investigadora, la mayor dificultad de los alumnos se encuentra en los textos relacionados con saberes generales o específicos de una disciplina. En este sentido, Desinano dijo que "los alumnos se desenvuelven bastante bien; por ejemplo, con los textos narrativos que, además de ser el formato que primero se adquiere, es el más conocido en cuanto a qué elementos tienen que focalizarse en ese tipo de texto. Pero cuando un tema exige un nivel de conceptualización, y a la vez dicho tema es el que permite al alumno elaborar conocimientos sobre determinada disciplina, allí se presentan las dificultades".

Para aclarar más la situación, la investigadora señaló que "cuando aparecen una serie de términos que hay que interpretar de la manera en que la ciencia los plantea, como por ejemplo qué es la célula o qué son las coordenadas geográficas, es allí donde la dificultad es más evidente". Otro de los conflictos que revelan las investigaciones se manifiesta en la lectura de consignas de cualquier tipo. "Es decir, la lectura que hace el alumno no le permite realizar las acciones o los procedimientos que se están pidiendo: el proceso de lectura no es exitoso". Desinano sostuvo que si bien "durante mucho tiempo se consideró que quien salía de la escuela primaria estaba muy bien formado para la lectura y la escritura y conservaba esa habilidad en el tiempo, hoy esto ya no puede afirmarse".

Sobre las causas de esta problemática que se vive a diario en las escuelas, y que se traslada a los primeros años de la Universidad, la investigadora destacó que "puede obedecer a que los maestros trabajan con cursos muy numerosos y esto es un problema a la hora de plantear la lectura y escritura". Otra de las causas, según el estudio de la UNR, es la organización curricular que ha variado en los últimos años y que no siempre produjo cambios positivos. "Un caso extremo, que no ha ocurrido en Santa Fe, es el de la provincia de Buenos Aires donde desapareció la materia Lengua como espacio curricular independiente y todo lo que correspondía al lenguaje se trataba como una cuestión transversal e instrumental. El uso de la Lengua es sumamente importante pero hay además conocimientos específicos, lingüísticos y gramaticales, necesarios para los alumnos y que deberían manejar", puntualizó Desinano.

La investigadora consideró que "hay que tener un muy buen contexto para poder trabajar en lectura y escritura. Se requiere que el maestro lea y escriba habitualmente y que la familia también lo haga, porque si no el niño carece de modelos. Y no me refiero a leer grandes obras de la literatura sino a saber buscar datos en una guía telefónica, a saber a buscar información en internet, a saber dejar un mensaje claro con fecha, día y hora". En este sentido, Desinano hizo hincapié en la importancia de la lectura y escritura en los aspectos diarios de la vida, ya que "en todas partes se ven letreros que nos indican qué hacer, o nos enfrentamos a tareas tales como llenar un formulario por internet, que requiere una práctica específica de leer y escribir".

La investigación en curso también contempla la lectura de textos electrónicos, práctica que va en aumento. "Hay que aprender a leer esos textos teniendo en cuenta la intertextualidad y los profesores deben estar capacitados para orientar a sus alumnos en esa lectura y para seleccionar las fuentes seguras donde se busca la información en internet", planteó la investigadora de la UNR.

Maestría. La Facultad de Humanidades y Artes de la UNR cuenta con la Maestría en Lectura y Escritura, aprobada por la CONEAU, que se centra en la investigación de las prácticas de lectura y escritura, especialmente para docentes de la escuela media. La inscripción a la Maestría o a los seminarios en forma independiente puede realizarse a través del correo electrónico: [email protected].

*Integrante de la Dirección de Comunicación de la Ciencia UNR