Una pericia realizada por Gendarmería cuestionó severamente un trabajo similar realizado por la policía rosarina con el que fueron incriminados los hermanos Lino y Pepo Bertuzzi en uno de los ataques atribuidos al "Loco de la escopeta". Se trata del ataque a una unidad del transporte urbano en el viaducto Avellaneda, ocurrido en abril de 2005 luego del cual fueron detenidos los Bertuzzi. Para Adrián Ruiz uno de los abogados defensores "la pericia no se hizo con el debido rigor científico y lo único que se buscó es involucrar a los Bertuzzi. Se buscó involucrarlos, como las formas en que se produjo el disparo desde la caja del camión, y se hizo un análisis técnico sin la hipótesis real de los hechos. O sea, no tuvieron base seria y usaron cualquiera para llegar al resultado que ellos esperaban: todo para involucrar al camión de los Bertuzzi. Está claro que la policía ha forzado una prueba para involucrar a dos personas inocentes, porque tenía la obligación de encontrar a un culpable".

Adrián Ruiz reconoció que la defensa esperaba "esta pericia hace un año, y fue toda una tramitación complicada lograrla, pues la Corte Suprema tuvo que solventar los gastos, porque los hermanos Bertuzzi no podía pagar esa pericia. La pedimos el 7 de setiembre del año pasado, y la tuvimos recién en nuestras manos el 30 de agosto".

Esta pericia analiza el ataque de abril de 2005 en el viaducto Avellaneda en la misma jornada en que fueron detenidos los hermanos Lino y Pepo Bertuzzi. El hecho ocurrió alrededor de las 17 horas y por la noche fueron detenidos los hermanos en su domicilio.

"En esta pericia realizada por la Gendarmería, se hace un análisis sobre otra pericia que había hecho la Unidad Regional II de policía y que sirvió para involucrar a los hermanos Bertuzzi".

"Esa pericia ﷓agregó﷓ había determinado que el disparo sobre el colectivo se había producido desde la caja del camión, descartando cualquier otra posibilidad. Es decir que involucraba directamente a los hermanos Bertuzzi". La hipótesis policial sostenía que mientras uno de los hermanos conducía el camión, el restante disparaba entreabriendo la puerta trasera de la caja del camión.

Ruiz remarcó que "esta pericia de Gendarmería cuestiona y ataca a la pericia policial por su escaso rigor científico. Algunos puntos objetan que se den afirmaciones sin los fundamentos técnicos necesarios. Y que un hecho de esta índole debe ser analizado desde todo punto de vista y desde todas las posibilidades que pueden surgir en una reconstrucción del hecho como la práctica. Aquí la investigación partió desde una hipótesis, y por lo tanto una hipótesis es solo una de las posibilidades".

En resumen apuntó Ruiz, "la pericia no se hizo con el debido rigor científico y lo único que se buscó es involucrar a los Bertuzzi, se buscaron las formas de involucrarlos, como las formas en que se produjo el disparo desde la caja del camión, y se hizo un análisis técnico sin la hipótesis real de los hechos. O sea, no tuvieron base seria y usaron cualquiera para llegar al resultado que ellos esperaban: todo para involucrar al camión de los Bertuzzi".

"La relevancia de esta pericia está dada por la independencia de la Gendarmería , porque la policía parecía estar obligada a encontrar un culpable, por eso cuando pudieron descargar todos los elementos contra los hermanos Bertuzzi, forzaron las pruebas para que ellos fueran los responsables. Pero Gendamería estaba fuera de esso, y en principio confiamos en esa fuerza. Además vimos han hecho otras pericias de muy buen nivel como en el caso Capozucca", concluyó el abogado defensor.

Los hermanos Bertuzzi habían sido desincriminados en dos causas anteriores: en de julio de este año la Sala III de la Cámara de Apelaciones en lo Penal de Rosario había revocado el procesamiento de Lino y Pepo en un hecho ocurrido en marzo de 2003 en bulevar Avellaneda y pasaje Isabel La Católica. La medida había sido en respuesta a la apelación ante la Cámara Penal en disconformidad con el procesamiento que el juez de instrucción Jorge Eldo Juárez había firmado en mayo pasado.

El otro hecho del que resultaron también desincriminados ocurrió en abril de 2003, y terminó con la muerte de Florencia Rubino, una chiquita que viajaba en un interno de la línea 131 y recibió un escopetazo en la cabeza. Esta acusación había sido revocada por la Cámara Penal el año pasado al sostener que en la investigación de ese crimen no hubo pruebas para imputarles la participación en el hecho.