A través de una carta remitida al decano de la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario, la filósofa rosarina Liliana Herrero presentó su renuncia a la titularidad de la cátedra Problemática del Saber. La popular cantante cuestionó a las autoridades de la facultad por su espíritu reglamentarista en detrimento de la excelencia académica y el espíritu crítico. Por una disposición de años atrás, Herrero fue obligada a dar clases semanalmente y no cada 15 días como lo venía haciendo, ya que vive en Buenos Aires.

Herrero accedió al cargo por concurso de antecedentes y oposición en el año 1985 por el cual resultó primera en Orden de Mérito. Llegó a desempeñarse como Directora de la Escuela de Filosofía.

La disposición del año 95, que obliga al dictado de clases semanales y no quincenales fue la causal de su alejamiento. "Han pasado ya muchos años y me acogí en principio a todas las licencias sin goce de sueldo que me permitían los reglamentos. Habiéndose terminado esa posibilidad presento ahora mi renuncia indeclinable no sin alegría puesto que no deseo pertenecer a una institución que ha abandonado la pasión por el saber y el conocimiento y se ha transformado, entre otros males, en mediciones de ráting u organigramas de citas", planteó en su misiva.