Oficialismo y oposición volvieron ayer a cruzarse fuerte en el Concejo. Un conjunto de vetos firmados por el intendente Miguel Lifschitz a normas sancionadas en el Palacio Vasallo desató la furia opositora cuyos ediles denunciaron que se había tornado "imposible la convivencia democrática". En rueda de prensa, los concejales de las distintas bancadas amenazaron con no bajar al recinto a sesionar si el socialismo no rectificaba la postura de la intendencia de no respetar lo aprobado en el recinto. Un rato más tarde, en otra rueda de prensa, el bloque socialista refutó las acusaciones, anunció que el Ejecutivo había retirado los polémicos vetos y llamó a la oposición a respetar la composición del cuerpo con la mayoría circunstancial del PS. Luego hubo sesión y se aprobó el pliego para lanzar la licitación del nuevo sistema de estacionamiento medido que tendrá la ciudad en seis meses.

Los ediles se anoticiaron ayer del ingreso al Concejo de un nuevo veto -el tercero en pocos días- del intendente Lifschitz a una ordenanza sancionada por unanimidad sesiones atrás. La norma, presentada por el radical Jorge Boasso, encomendaba al jefe comunal y sus secretarios y subsecretarios municipales a brindar información "en tiempo y forma" ante las consultas específicas de los propios ediles.

"Sin esa información no podemos ejercer nuestro trabajo de concejales, no podemos controlar ni fiscalizar", explicó Boasso a Rosario/12. El edil también era el autor de otra norma vetada en el Palacio de los Leones: la Ordenanza 8233/07, que dispuso incorporar a la subcomisión de Morfología Urbana y Régimen Edilicio a la UOCRA ﷓ Seccional Rosario y con esto la posibilidad de que los trabajadores de la construcción debatan la problemática de la construcción.

Visiblemente molestos, los ediles de las distintas bancadas empezaron a pergeñar una estrategia política en común para asestarle un golpe al PS. Convocaron a una rueda de prensa donde se refirieron en duros términos a la actitud de la intendencia. Cuestionaron su escasa vocación por permitir una "sana convivencia democrática" y hasta alertaron sobre un virtual golpe institucional contra el Concejo.

De inmediato el socialismo recogió el guante. Sus principales espadas, el presidente del cuerpo Miguel Zamarini y el titular de la bancada oficialista Manuel Sciutto convocaron a otra conferencia de prensa. Allí aclararon que los vetos ya habían sido retirados y que de todas formas la oposición quiso hacer una "puesta en escena" para garantizarse así protagonismo mediático. Los ediles socialistas hicieron un llamado a las bancadas opositoras a respetar las mayorías circunstanciales.

Con los vetos retirados por el Ejecutivo, cedió la batalla de las conferencias de prensa y los concejales comenzaron a sesionar pasadas las 18, tras largas horas de cabildeos y negociaciones.