Aunque el intendente Miguel Lifschitz manifestó ayer que les pueden caber sanciones a los taxistas, si estos ratifican el recorte en el servicio para el viernes y el sábado entre las 22 y las 6; luego estimó que no se llegará al extremo de tener que tomar medidas. "No hay que generar más conflictos de los que tiene la ciudad. Hay que tener buena voluntad, si el Concejo no lo trata esta semana lo hará la que viene. Hay que tener un poquito de paciencia", pidió el jefe comunal. Los titulares de taxis dejaron trascender la amenaza, al no tratar la comisión de Servicios Públicos del Concejo el pedido de aumento en la tarifa del servicio, lo que dificulta su tratamiento en en la sesión de mañana. El concejal justicialista Osvaldo Miatello, sostuvo que no ve "ningún motivo para tomar una medida de fuerza", teniendo en cuenta además que el servicio prestado "deja mucho que desear".

Tras las declaraciones de los propietarios de licencias de taxis, quienes reclamaron que el mensaje enviado por el Ejecutivo al Palacio Vasallo con la actualización de la tarifa sea tratado el jueves, caso contrario recortarían el servicio nocturno durante el fin de semana, motivó la respuesta del intendente. También se sumaron algunos concejales, a quienes no les cayó nada bien el apriete de los tacheros.

Con un tono más diplomático, aunque sin dejar de recordarles que existe la posibilidad de aplicarles sanciones si no cumplen con los horarios establecidos, Lifschitz cree que no se llegará a esta situación, porque "no creo que la mayoría de los titulares esté con esta idea", y que los concejales analizarán esta semana, "o a más tardar la próxima", el mensaje con el estudio de costos realizado considera que la bajada de bandera debe costar 2,80 pesos mientras que la ficha tiene que pasar de 12 a 13 centavos.

Miatello expresó que "no veo ningún motivo para tomar una medida de fuerza". Según el edil, "debemos hacer un análisis, no solamente de costo, sino ver de qué manera podemos solucionar el problema de los taxistas por un lado y de los usuarios por el otro, ya que el servicio deja bastante que desear". Además consideró que la amenaza de los taxistas "es una costumbre equivocada. Creo que si seguimos por este camino va a ser muy difícil la convivencia entre los argentinos. Si ante cada decisión que no nos gusta vamos a tomar de rehén a la población, me parece que estamos equivocando el camino".

En relación al aumento, el concejal del Frente para la Victoria admitió que "hay costos que se han elevado y me parece correcto una modificación. Pero además hay que tratar una mejora del servicio". Miatello recordó que en "el último aumento que nosotros votamos a favor, logramos sumar una cláusula que facilitaba el blanqueo de los peones de taxis, ya que el estudio de costos se realiza con empleados en blanco, y en ese marco estamos tratando beneficiar al conjunto de la ciudad".

El concejal de la Coalición Cívica, Carlos Comi, justificó la decisión de algunos concejales de tener más tiempo para estudiar el mensaje del Ejecutivo. "El proyecto ingresa a través del intendente y entró al Concejo el viernes pasado por lo que muchos ediles pidieron un tiempo para analizarlo y me parece razonable", dijo Comi.

El edil adelantó que no votará el proyecto, que sin embargo contará con el aval de los 12 concejales socialistas. Comi dijo no desconocer el proceso inflacionario, pero cuestionó el servicio. "Se incorporaron las 500 licencias y no se ven los taxis a la noche. El fin de semana pasado fue imposible conseguir un taxi", precisó.