Mañana, Juan Rivero recibirá el alta médica. "Por suerte estoy bien, tuve una neumonía aguda sumada a mi problema de hipertensión, pero ya puedo caminar con normalidad y de a poco voy a ir superando un pequeño problema respiratorio", confió a este diario telefónicamente desde su casa el concejal del Frente Progresista cuya ausencia en el recinto impidió el jueves 10 de julio pasado al socialismo conseguir el quórum para tratar el aumento del boleto sugerido por la intendencia. "No estuve exclusivamente por un problema de salud", reitera para después confirmar que "la próxima vez que se trate voy a estar. Quórum voy a dar, no quiero complicar al intendente, pero al momento de la votación lo más probable es que me abstenga". De ser así el oficialismo tendrá garantizado el incremento tarifario en el transporte urbano, el segundo en menos de un año. Aún sumando todas las voluntades del arco opositor, la votación terminaría 11 a 10, ni siquiera deberá apelar el PS al doble voto del presidente del cuerpo, Miguel Zamarini. "No habrá espacio para un desempate a lo Cobos", bromeó un asesor del Palacio Vasallo.

Gran parte de la semana que pasó Rivero estuvo internado en un sanatorio privado de la ciudad. Por esa razón la mayoritaria bancada socialista no insistió en convocar a una sesión extraordinaria para tratar el último estudio de costos del Ente de Transporte y la consecuente suba del boleto a 1,60. El costo político de no conseguir el quórum para habilitar su tratamiento se iba a repetir como en la jornada del jueves 10. Es que todos los ediles opositores ratificaron su postura de sólo bajar al recinto recién cuando el PS haya conseguido el número para iniciar el debate parlamentario.

El viernes el intendente confirmó que no iba a llamar, en uso de sus atribuciones, a una nueva sesión extraordinaria. Es casi un hecho que se discutirá e expediente el jueves 31, en una sesión ya acordada por todos los bloques en la que se analizarán los temas que quedaron pendientes de aprobación en el primer semestre.

"El lunes me dan el alta y el martes me reúno con el bloque", anticipó Rivero a Rosario/12 para después comentar que durante su obligada licencia habló en "dos oportunidades con el intendente Lifschitz quien incluso me vino a visitar al sanatorio. El bloque (socialista) me trató muy buen, privilegiando siempre mi estado de salud".

El concejal del Frente Progresista aclaró que recién el viernes recibió el estudio de costos del Ente. "Todavía no lo pude analizar en profundidad", apuntó. "Lo más probable -siguió- es que me abstenga. Todavía no lo decidí, pero es una opción. Al recinto voy a ir, no quiero complicar al bloque, pero por mi historia personal y mi compromiso con la gente humilde de los barrios difícilmente vote a favor del aumento".

De ser así el socialismo conseguirá quórum la oposición bajará al recinto y se iniciará la sesión. Al momento de votar habrá 11 a favor, 10 en contra y una abstención. Zamarini no deberá apelar a su doble voto para desempatar la votación.

Paralelamente el intendente Lifschitz confirmó a este diario que en la semana que se inicia retomará las gestiones ante la Secretaría de Transporte de la Nación para conseguir mayores subsidios para el sistema. "Aunque los consigamos, algo que no es para nada sencillo pero no lo descartamos, el aumento de la tarifa es inevitable, los costos de los insumos y fundamentalmente la masa salarial han subido fuertemente y no queda margen para mantener el precio actual del boleto", argumentó el jefe comunal.

Lifschitz recordó que el último estudio actualizado al mes de julio arrojó un costo real de la tarifa de 1,74. "En septiembre esos costos llegarán a al menos 1,80 porque se implementa la última etapa del acuerdo salarial con los choferes de la UTA al que se arribó en paritarias y el impacto en la estructura es significativo".