Antes de partir a México, donde participará de un Congreso con otros alcaldes latinoamericanos, el intendente Miguel Lifschitz admitió ayer que su gobierno negocia una nueva prórroga al contrato con la firma Cliba, encargada de la recolección de residuos en la zona norte de la ciudad y que espera acordarlo antes del fin de semana para evitar municipalizar de inmediato el servicio. El jefe comunal también reconoció, como anticipó este diario, que la concesionaria reclamó una actualización de los montos que percibe mensualmente a raíz de los aumentos salariales otorgados. La oposición en el Concejo denunció que detrás del intento de prorrogar el vínculo contractual, "el Ejecutivo disfraza un nuevo contrato, una millonaria contratación directa". El bloque Encuentro por Rosario solicitó que se reconsidere la votación efectuada en febrero en el Palacio Vasallo en la cual se autorizó la extensión del convenio y amenazó con ir a la Justicia.

En rueda de prensa, Lifschitz aludió ayer al vencimiento del contrato con Cliba. En este sentido, sostuvo que espera resolverlo favorablemente antes del fin de semana. "Obviamente hay planteos de las empresas en materia de redeterminación de costos, de ajuste de servicios, de costos laborales que estamos discutiendo para tratar de llegar a la mejor solución para el municipio", señaló.

Lifschitz remarcó además que a las empresas les están exigiendo "mejoras en el servicio, renovar una parte del stock de contenedores que están en muy malas condiciones y el cumplimiento del servicio en los términos que establece el pliego".

Por su parte, el concejal Fernando Rosúa recordó que su bancada advirtió "en varias oportunidades que la prórroga que hizo la Municipalidad no era tal, porque ya se había hecho uso de esa opción. Se trataba de una contratación directa en la cual las empresas tenían que prestar su consentimiento para ser obligadas por el municipio".

La otra integrante del bloque, María Eugenia Bielsa apuntó además que "cuando el Concejo autorizó el pedido de prórroga enviado por el Ejecutivo, uno de nuestros argumentos para votar en contra fue que esta supuesta prórroga constituía un nuevo contrato, y que con esa figura se encubría una millonaria contratación directa, realizada en manifiesta violación de la Ley Orgánica de Municipalidades".

Al respecto, Rosúa denunció que "el municipio, por no reconocer su negligencia en la demora para confeccionar el nuevo pliego licitatorio, disfraza un nuevo contrato. El planteo de la empresa Cliba, que pide actualización de canon, demuestra que se trata de un nuevo contrato, ya que el Municipio no puede obligar a la empresa a prestar el servicio sin un expreso consentimiento de ésta".

Desde Encuentro por Rosario informaron que están "agotando las vías administrativas sobre este tema". Rosúa indicó: "Ya pedimos un dictamen al Tribunal de Cuentas municipal sobre la legalidad de la prórroga que nos contestó que no se podía dejar a la ciudad sin el servicio de recolección, pero a la vez dictaminó que el municipio tuvo el suficiente tiempo como para confeccionar el nuevo pliego". Rosúa y Bielsa pidieron que se "reconsidere la votación del Concejo que autorizó la extensión del contrato" que ya fue denegada en una oportunidad y volverá a discutirse esta semana. "Si no se acepta iremos a la Justicia contencioso administrativa", anunció Rosúa.