Inspectores de la Secretaría de Trabajo de la provincia llegarán hoy, a las 6, a la planta de General Motors en Alvear para certificar que la empresa permita el ingreso de todos los operarios, ya que hasta el jueves rige la conciliación obligatoria. Es que el viernes, en la última audiencia, la firma insistió con el despido de 150 empleados efectivos de los que quiere desprenderse a toda cosa. Mientras tanto, a las 11, los dirigentes de Smata realizarán una conferencia de prensa para denunciar la actitud de la multinacional. "El planteo es el mismo que tenemos desde el inicio de esta situación, no a los despidos porque entendemos que la crisis que invoca General Motors terminó siendo una farsa, una falacia", indicó el secretario adjunto del gremio, Hugo Din, sobre el tenor de la conferencia de prensa de hoy.

"En el acta que se hizo el viernes, dentro de la conciliación obligatoria, fue evidente que la empresa pretende desprenderse de una cantidad muy importante de trabajadores efectivos que empezaron desde el inicio de la instalación con su esfuerzo y su mejor disposición", indicó Din, quien afirmó que "como premio a ese esfuerzo y dedicación, la firma quiere prescindir de ellos de una manera muy vil. Está claro que no se debe a la crisis".

Al mismo tiempo, hay preocupación en la Secretaría de Trabajo por el endurecimiento de la posición de la empresa. "Haremos inspecciones para garantizar que la empresa no viole la conciliación obligatoria, algo que sucederá si hay telegramas de despido", explicó Luis Ortega, secretario de Trabajo.

El argumento de la empresa para desprenderse de los operarios es que son "saboteadores y revoltosos". El gremio rechazó el argumento. "No entendemos que haya ningún compañero revoltoso", dijo Din.