La llegada del 2006 en Rosario fue, por lejos, de las más tranquilas que se recuerdan en años. Sin incidentes mayores, apenas se registraron 8 heridos: 4 por mal uso de pirotecnia, 2 provocadas por armas blancas y otros dos personas con heridas de arma de fuego, ninguno de ellos de gravedad. Hubo 12 accidentes de tránsito, uno de magnitud en Mitre y bulevar Seguí. Como consecuencia de los controles de alcoholemia realizados durante la madrugada del 1º de enero, sólo un auto tuvo que ser remitido al corralón. Los boliches funcionaron cumpliendo la normativa vigente tanto en factor ocupacional como en horario de cierre a excepción de un local bailable de la zona norte que fue clausurado por no estar habilitado. Desde la Secretaría de Servicios Públicos dijeron que la cantidad de taxis y remises y la frecuencia de los colectivos logró abastecer el 80 por ciento de la demanda. "Hubo demoras normales de entre 15 y 30 minutos en el horario pico, entre las dos y las cuatro de la madrugada", indicó la titular del área, Clara García.

En diálogo con Rosario/12, el subsecretario de Gobierno, Fernando Asegurado destacó "el exitoso operativo realizado de manera conjunta entre el municipio y la Unidad Regional II de Policía". Con los datos aportados por distintas reparticiones, el funcionario municipal sostuvo que "la madrugada del 1º de enero fue incluso más tranquila que la noche del 25 que ya había transcurrido en calma. Es más -continuó- los incidentes registrados fueron menores a los de un fin de semana común".

El Sistema Integrado de Emergencia Sanitaria (Sies), dependiente del municipio, registró durante la madrugada dos heridos por mal uso de pirotecnia y dos lesionados por arma blanca. Además fueron notificados sobre dos heridos de arma de fuego, información que la UR II no supo precisar ante la consulta de este diario.

Entre los 12 choques registrados, el más severo se registró en Mitre y bulevar Segui, a las 6 cuando un Renault 18 Breack colisionó con un Fiat Palio. Como producto del impacto una mujer fue derivada al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca) y de ahí, al Hospital Italiano Garibaldi, para ser intervenida por numerosas fracturas y contusiones.

Si se comparan estos índices con los registrados el mismo día del año pasado la diferencia es notable: el 1º de enero del 2005 hubo cuatro muertos, una nena de 9 años resultó gravemente herida por una bala perdida y se detectaron 60 heridos, de distinta consideración.

Según indicaron las autoridades municipales y policiales consultadas por Rosario/12, los puntos de mayor concentración durante la madrugada de ayer fueron la costanera norte y La Fluvial. Pichincha y el Parque Independencia tuvieron menor convocatoria. En ese sentido, el titular de Control Urbano, Aldo Fabucci dijo al portal digital NotiExpress, que "se vio más gente en las calles en Año Nuevo que en Navidad".

Los boliches, casi en su totalidad, no generaron infracciones a la normativa vigente. La excepción fue un local bailable ubicado en Puccio y Colombres, ex Llamarada, que abrió sus puertas pese a no tener la habilitación correspondiente. Al finalizar al noche, miembros de la Dirección de Inspección procedieron a dictar el cese de actividades.

Tal como se había anunciado, la cantina La Diosa no abrió sus puertas, a la espera del esclarecimiento del asesinado del joven de 16 años, Pablo Carabajal, ocurrido en la víspera de Navidad.

Como consecuencia de los controles de alcoholemia a conductores llevados adelante por el personal de la Dirección Tránsito, un auto fue derivado al corralón. "Hubo alrededor de 30 resultados positivos pero se les permitió a los automovilistas, después de un rato largo y cuando había bajado el efecto del alcohol, retomar la conducción", apuntaron desde Tránsito.

La secretaria de Servicios Públicos, Clara García hizo un balance positivo de la cantidad de taxis y remises que circularon por la ciudad, como así también de la frecuencia de las unidades del transporte urbano de pasajeros. "Se repitió el operativo de la Nochebuena que había resultado existoso. De acuerdo a los datos recopilados por nuestros inspectores alrededor del 80 por ciento de la demanda fue abastecida. Hubo demoras normales, de entre 15 y 30 minutos antes de la medianoche y después entre las dos y las cuatro cuando muchas familias volvían a sus casas y los jóvenes iban a bailar", precisó la funcionaria.