Dom 22.01.2006
rosario

CIUDAD

En Rosario se lucha para volver al anterior programa contra el Sida

Desde hace tiempo el Estado distribuye entre los pacientes
con VIH un combinado de ocho píldoras diarias, en lugar de las
dos que igualaban ese tratamiento. El reclamo en el Concejo

Convivir con VIH/Sida no resulta sencillo. A pesar de que gracias a los avances médicos esta enfermedad dejó de ser -en una gran parte de los casos- una amenaza mortal, el tratamiento que requiere es crónico y muy costoso. En la Argentina, país con problemas sociales si los hay, paradójicamente el tratamiento que otorgaba el Estado a los pacientes que padecen esta enfermedad era líder en el mundo. Se trata de un tratamiento que combina un cóctel de drogas necesarias para mantener al sistema inmunológico estable, reducido a dos píldoras diarias. Pero aparentemente alguien olvidó la importancia de la calidad de vida de las personas, y tras cinco años de funcionamiento de este sistema se retrocedió a ocho píldoras diarias, y aún hay casos de pacientes que requieren una veintena de ellas.

En este contexto, en la ciudad de Rosario un grupo de alrededor de 150 personas de diferentes organizaciones se agruparon para solicitar al Gobierno Nacional una explicación para este cambio repentino, pero la respuesta que tuvieron fue que "el Estado provee las drogas, o sea que esto es solamente una cuestión de comodidad", relató el concejal por el ARI, Carlos Comi, quien en apoyo al reclamo de los afectados acompañará el pedido de reestablecimiento del tratamiento anterior que se presentará al Ministerio de Salud de la Nación.

En este sentido, Comi argumentó que "el planteo es de absoluto sentido común: Es tratar de que el Estado dé marcha atrás porque ni siquiera es algo económico -que es un fundamento que podría ser discutible-, que el Estado dijera: `con esto ahorramos tantos millones de pesos al año, y atendemos a más pacientes'. Pero no, no hay ningún fundamento económico, ni fundamento práctico, ni nada. Y tampoco hay fundamento alguno esgrimido, porque nadie dio una explicación y cuando ellos la han pedido la respuesta -muy tajante- fue que el Estado provee las drogas, o sea que esto es solamente una cuestión de comodidad".

Tras una pausa, ya algo indignado por su propio relato, el concejal aseguró que "sí, lo es. Pero comodidad asociada a la calidad de vida de una persona que ya padece de una enfermedad terrible, y que encima tiene que padecer las idas y vueltas de un Estado que en lugar de resolverle los problemas se los agrava".

En la misma línea, explicó que "a medida que fueron avanzando los tratamientos de lucha contra el SIDA, lo que la medicina fue resolviendo es siempre a favor de la comodidad del paciente, entonces fueron cerrando en dos pastillas diarias toda la cantidad de complementos que una persona necesita para que su sistema inmunológico funcione lo mejor posible. Desde hace cinco años se utilizaba este tratamiento unificado, ahora se volvió atrás. Esto tiene dos efectos fundamentales: uno, que mucha gente directamente los abandona porque es demasiado engorroso. Lo segundo es que la tolerancia gástrica a tantas pastillas generalmente no es suficiente".

Además, el concejal del ARI planteó un tercer efecto colateral de esto, que va más allá en el tiempo y el espacio: "Esto afecta a todas las personas, los tratamientos son carísimos, solamente pueden salir de estos (de ocho píldoras) aquellos que tienen una obra social muy poderosa, que le costee por su lado el comprar en el mercado la otra presentación de dos pastillas; o alguien que lo pueda hacer por su propio bolsillo, con lo cual aún es peor, porque terminaría generando un tratamiento de SIDA para pobres y un tratamiento de SIDA para ricos".

Esta misma situación se vivó durante el mes de octubre de 2005, pero gracias a los reclamos que llegaron al Gobierno Nacional desde todo el país, la situación se revirtió en noviembre, en vísperas del Día de la Lucha Contra el Sida, pero luego se volvió a cambiar arbitrariamente el modo de tratamiento sin explicación alguna.

Y la rueda sigue girando. Ahora, los pacientes afectados intentarán cambiar las cosas mediante un fuerte reclamo en el Ministerio de Salud de la Nación: "No den marcha atrás, hagan lo que venían haciendo, no retrocedan, avancemos en esto, y mejórenle la calidad de vida a las personas que tienen esta enfermedad", concluyó Comi adelantando las bases del pedido al que apoyará desde su banca en el Concejo Municipal.

Informe: Paula Kearney

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