La niña Berenice, de 19 meses y de Villa Gobernador Gálvez, fue dada de alta ayer cuarenta días después de haber sido sometida a un trasplante de corazón artificial, el primero que se realiza a un bebé en Sudamérica.

Los médicos que la operaron y la atienden en el hospital pediátrico Pedro de Elizalde (ex Casa Cuna), en capital federal, dijeron que la chiquita estuvo 25 días con el implante artificial, tras lo cual se lo extrajeron, y volvió a vivir con su propio corazón, cuyas áreas dañadas fueron corregidas. Los especialistas se mostraron esperanzados de que el corazón de la chiquita siga evolucionando sin necesidad de un trasplante de donante cadavérico.

El alta de la pequeña fue anunciado ayer en una conferencia de prensa, por el equipo médico, y a la que sumaron luego la propia Berenice, en brazos de su mamá, Adriana; su padre, David, y Milagros, la hermanita de 5 años que también acompañó tanto los días de angustia como los de felicidad.

Adriana y David agradecieron "a los médicos y a los enfermeros del hospital" por "el apoyo y la contención" que les brindaron. David insistió en que "sabía que era una leona que luchaba". Por el momento, la familia permanecerá en Buenos Aires para los controles diarios.

La pequeña padecía de una anomalía coronaria y cardiopatía dilatada, estuvo dos meses internada a la espera de un trasplante, con "el músculo cardíaco muy deteriorado, tan dilatado que su diámetro era mayor al de un adulto", explicó Vargas.

Mientras, se mantenía el corazón en funcionamiento con drogas endovenosas la Secretaría de Salud gestionó un corazón artificial en Berlín, donde ya se realizaron unas 70 intervenciones, pero que en Sudamérica no había antecedentes.

"El 14 de diciembre se hizo la cirugía con corazón artificial, se bajó la temperatura del cuerpo a 25 grados y se detuvo el corazón, se sacó el trombo, se implantó el corazón artificial y aprovechamos para corregir la malformación ya que consideramos que valía la pena intentarlo para ver si podía tener una mejoría", explicó Vargas. En el posoperatorio, prosiguió el especialista, "el corazón de la niña fue evolucionando". Tras estar 25 días con el corazón artificial se le realizó la segunda intervención, dos semanas atrás.

"Se comprobó que la coronaria funcionaba bien y ya con el corazón artificial detenido el corazón de Berenice funcionaba bien", explicó Vargas. Así fue que se sacaron las cánulas y Berenice quedó con su propio corazoncito. La mejoría se fue profundizando, "lenta y progresivamente" a los 20 días de posoperatorio y según Vargas "hoy a 40 días del trasplante de corazón artificial tiene una excelente calidad de vida y logró crecer en esos días lo que le costó dos años".

"Berenice fue sacada de la lista de espera de trasplante en forma temporaria y ahora deberá continuar mejorando para evitar un trasplante en el futuro", señaló el médico.