El intendente Miguel Lifschitz aseguró ayer que el déficit del transporte público de pasajeros es de 120 mil pesos diarios. El panorama para las cuentas municipales, frente al próximo incremento salarial del 21 por ciento para los choferes, aún no confirmado, aparece complicado. De todas maneras, el titular del Palacio de los Leones descartó por el momento un aumento en el boleto. "No es factible por la situación social y económica pensar en modificaciones de la tarifa", dijo el intendente, para quien la única estrategia de financiamiento a corto plazo es que la Nación aporte mayores subsidios. En este marco, Lifschitz lanzó un tiro por elevación a los candidatos a concejales del justicialismo al señalar: "Espero que reclamen los fondos al gobierno nacional del que son parte". A modo de respuesta, el vicepresidente del Concejo, el edil Osvaldo Miatello (PJ) quien aspira a ser reelecto, dijo que "hay que pensar también en que la provincia, que no aporta nada al sistema; y el municipio, que aporta muy poco, ambos tienen que colaborar".

Lifschitz sostuvo que las empresas del transporte público de la ciudad tienen un déficit aproximado de 30 centavos por pasajero. A partir de un cálculo rápido, el jefe comunal advirtió que por día se pierden 120 mil pesos. Y como en el horizonte se vislumbra un aumento salarial para los choferes, el intendente dejó en claro nuevas preocupaciones.

En primer término, Lifschitz indicó que "ninguna empresa, ni las municipales, ni las privadas, está en condiciones de enfrentar el aumento de los choferes, porque ya venimos haciendo un enorme esfuerzo tanto el sector privado como el público para sostener las actuales tarifas y para pagar los actuales niveles salariales".

El intendente agregó: "Los choferes ya tuvieron un aumento entre febrero y agosto de aproximadamente entre 300 y 400 pesos, una suma fija para todos y lo que se está hablando ahora es de un nuevo incremento que pondría, no solo a las empresas de Rosario, sino de todo el país en una situación realmente de colapso".

En segundo lugar, Lifschitz remarcó que si bien están trabajando con un déficit importante, por el que realizan un gran esfuerzo, "no es factible por la situación social y económica pensar en modificaciones de la tarifa", para luego afirmar que deben "hacer malabarismos para lograr que el sistema siga funcionando" con renovación de las unidades y frecuencias acordes a las demandas de los pasajeros.

Desde el Ejecutivo insisten en explicar que la solución inmediata para tapar los rojos del transporte es pedirle a la Nación que aumente los subsidios al interior, para equipararlo a los que destinan a Buenos Aires. "Espero que reclamen los fondos al gobierno nacional del que son parte", disparó el intendente, para responder a las críticas del candidato a concejal por el Partido Justicialista, Héctor Cavallero.

"No tenga dudas que lo haremos, incluso en algún momento acompañamos al intendente a pedirlo", indicó ante la consulta de este diario el concejal justicialista Osvaldo Miatello, que además integra el Ente de Transporte Rosario (ETR). De todas formas, el edil que aspira ser reelecto sostuvo que "el aporte del gobierno nacional, entre 70 y 80 centavos por boleto, si calculamos que son 150 millones de boletos anuales, es bastante importante".

Miatello entiende que "está bien que se soliciten más subsidios, hay que tener un trato igualitario con Buenos Aires, pero a esta altura del partido, más que comentar la situación habrá que tomar algún tipo de medida, no solamente respecto a subsidios nacionales. Hay que pensar también en que la provincia, que no aporta nada al sistema, y el municipio, que aporta muy poco, tienen que colaborar".