Una mujer de 32 años se debatía anoche entre la vida y la muerte tras ser atacada por un hombre que ingresó al departamento privado en el que varias chicas ofrecían servicios sexuales, ubicado en Brown 2779, en pleno barrio Pichincha. Allí, a las 14, se encontraban la víctima y otra compañera cuando un hombre ingresó arguyendo ser un cliente, pero en realidad quería robar. Una de las mujeres se resistió arrojándole gas pimienta, pero el atacante le disparó en la cabeza. La víctima está internada en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca).

Apenas ocurrido el hecho, el jefe de la Agrupación Cuerpos de la Policía de Santa Fe, Jorge Martínez, explicó a Radio Dos que al momento del hecho había dos personas en el interior del departamento: la víctima y otra mujer cuyo testimonio será clave. Esta prestó declaración ayer mismo por la tarde en la comisaría 7ª, que entiende en el hecho.

Según las primeras informaciones, el sujeto apuntó a las chicas que estaban trabajando en el lugar. Una de ellas se habría resistido y le habría arrojado gas pimienta, cuyo recipiente fue secuestrado por la policía. El asaltante entonces le disparó en la cabeza a la chica, que fue internada en estado gravísimo en el Heca.

En el lugar trabajaba ayer a la tarde el personal de la División Homicidios para establecer los detalles del incidente. El jefe de Policía de Rosario, Osvaldo Toledo, informó que la joven no conocería al atacante, y que habría existido resistencia.

Según los primeros datos, el agresor tendría unos 30 años, vestía ropa oscura y habría usado un revólver calibre 30 o 38. Con éste efectuó el disparo que ingresó en la cabeza de la víctima por la parte frontal, causándole serias lesiones en el cerebro y sin presentar orificio de salida. El delincuente, según se detalló, huyó con dinero y teléfonos celulares. Intentaban determinar si estaba acompañado por alguien que lo esperaba en la calle para escapar.

Una de las vecinas aseguró que en el barrio se enteraron que había un prostíbulo 6 meses después de que se haya instalado "porque una de las chicas lo comentó". Sobre los hechos de ayer, la misma persona dijo que "no se alcanzaron a escuchar gritos al momento del asalto porque estábamos adentro". Hasta que una de las chicas salió a pedir ayuda.