Desde el sindicato de Recolectores de Rosario amenazaron ayer con realizar una medida de fuerza en 15 días si las autoridades municipales no mejoran las condiciones de seguridad del relleno sanitario Gallino, en Godoy al 8.000. El anuncio lo realizó el secretario general del gremio, Marcelo Andrada, luego de que un camión embistiera ayer tres columnas y destruyera un cableado telefónico de la zona, en el barrio Bella Vista. Si bien nadie resultó herido, los trabajadores le vienen reclamando a Servicios Públicos que realice tareas de repavimentación en el ingreso al relleno sanitario Gallino, además de mejorar la iluminación y la señalización correspondiente.

"Hace más de cinco meses que venimos haciendo el reclamo al municipio por este tema y no fuimos escuchados. Ahora, le dimos un plazo de 15 días para resolver el tema de la seguridad en el lugar", precisó Andrada en diálogo con Rosario/12, sobre el desarrollo del conflicto. En concreto, lo que piden son "tareas de repavimentación en la entrada al relleno y de la arteria principal que es calle Godoy a la altura del 8000, como así también más iluminacion y la señalizacion que corresponde", agregó el sindicalista.

Por eso, el accidente de anteayer fue la gota que colmó el vaso, y provocó un paro que se inició ayer, debido a los inconvenientes ocurridos en el relleno sanitario, que fueron en cadena. El primero se produjo el jueves por la tarde, cuando una batea tiró una columna de teléfono, y ayer por la mañana un camión se enredó con los cables y a su paso cayeron otras dos columnas, una encima de un automóvil.

"El paro es por la integridad física de los compañeros que van a volcar los residuos en el relleno", indicó el secretario de prensa del sindicato, Miguel Luna. Por la tarde, reacondicionaron el lugar y los trabajadores levantaron el paro, después de una tarde de intensas gestiones con la Municipalidad. Sin embargo, el sindicato condicionó la continuidad de las tareas a una respuesta de fondo.

"La respuesta llegó de inmediato -comentó Andrada , arreglaron provisoriamente el camino, levantaron e instalaron los cables a mayor altura. Por la tarde, mantuvimos una reunión con funcionarios de Servicios Públicos y le dimos un plazo de 15 días para que encuentren una solución al problema de la seguridad en la zona, no sólo para los trabajadores, sino también para los cirujas. Hoy (por ayer) no hubo un muerto de milagro". Así, el conflicto entró en un impasse por 15 días.