CIUDAD
El represor declaró durante tres horas ante el juez Sutter Schneider. Está procesado por su participación en dos centros clandestinos.
› Por Por José Maggi
Eduardo "Tucu" Constanzo declaró ayer durante más de tres horas ante el juez federal subrogante Nº 4 Germán Sutter Schneider. La ampliación indagatoria continuará hoy y permitirá develar parte del pasado que Constanzo ha mantenido en secreto hasta estos días. "El Tucumano", tal como se lo conoció en los años de plomo, está procesado por su participación en los centros clandestinos de detención conocidos como Quinta de Funes y Fábrica Militar de Armas Domingo Matheu. En su declaración habría tratado de zanjar viejas cuentas con Juan Daniel Amelong, alias teniente Daniel, también procesado y detenido en el Batallón de Arsenales de Fray Luis Beltrán, y con quien compartiera andanzas en la década del 70. Pero más allá de su tema personal, Constanzo podría echar luz sobre el destino de los mellizos de Raquel Negro y Tucho Valenzuela.
Constanzo había ganado la luz pública en los primeros años de la democracia: en 1987 su identidad había sido fue revelada al CELS por Gustavo Francisco Bueno (alias "Germán Bueno" o "Banegas"), otro miembro de la banda del general Galtieri en Rosario. Desde entonces, Constanzo figura en los registros de represores como "miembro del Destacamento de Inteligencia 121 de Rosario. Secuestrador del C.C.D. (Centro Clandestino de Detención) 'Granadero Baigorria'. Impune por la ley de 'Punto Final'", en junio de 1992 Constanzo apareció en la redacción de Rosario/12 y reveló que el teniente coronel (RE) Rodolfo Riegé, funcionario del primer gobierno de Carlos Reutemann, había participado en el asesinato de prisioneros. En aquella entrevista, el Tucu reveló que había participado en el "Operativo Independencia" de Tucumán, bajo las órdenes del general Acdel Vilas.
Los sucesivos gobiernos democráticos le dieron distintas acogidas: trabajó para un legislador justicialista de quien era hombre de confianza, hasta que cayó en desgracia y comenzó a ser indagado por la justicia federal. La primera causa que se reabrió fue la de la Quinta de Funes cuando el juez Omar Digerónimo, el 8 de octubre de 2003, declaró la inconstitucionalidad de las leyes de la impunidad. Pero a partir de entonces pasaron tres jueces, Digerónimo se pasó al Tribunal Oral en 2004, llegó Carlos Vera Barros y después Sutter Schneider.
En la causa Quinta de Funes se encuentran detenidos Juan Amelong, Eduardo Constanzo, Jorge Fariña, Pascual Guerrieri y con prisión domiciliaria Adolfo Luciano Jáuregui y Enrique Jordana Testoni. Por su parte, Carlos Sfulcini fue excarcelado con junta médica y deberá volver a ser indagado. Están prófugos Hugo Cardozo, Héctor Gertrudis, Carlos Isach, Walter Pagano y Francisco Scilabra. En tanto, fallecieron Edgardo Juvenal Pozzi, Carlos Torres y Hugo Vidarte.
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