Si bien la altura del río Paraná se mantiene en 5,42 metros desde hace tres días frente al puerto de Rosario, ayer se indicó que hasta tanto no comience a disminuir el nivel del agua algunas embarcaciones no podrán salir. Es el caso del barco Ciudad de Rosario, que este fin de semana no hará su habitual recorrido por las islas y las costas del Paraná, debido a que "no puede ser abordado, porque la escalera no llega a la estructura donde está la gente", explicó a este diario la titular del servicio, Haydée Oficialdegui. Además, como consecuencia de la crecida, ayer llegó a las playas de La Florida un yacaré de poco más de un metro de largo, que fue llevado al apostadero de Prefectura, pocas horas después. "Puede haber llegado en un camalote desde Corrientes", aventuraron desde Prefectura y Defensa Civil municipal. Pese a las complicaciones, y a las que hay lluvias pronosticadas para este fin de semana, desde el Instituto Nacional del Agua (INA), se evalúa que la semana que viene, podría comenzar a bajar el nivel del río.

Son varios los inconvenientes y consecuencias que arrastra la crecida del Paraná, entre ellas, ayer llegó a las playas de La Florida un yacaré de poco menos de un metro y medio. Leo Manino, guardavidas de la zona, comentó a Rosario/12 que entre las 15 y las 16 de ayer, "apareció en la orilla de la playa". "Estaba asustado y buscaba irse pero no sabía para dónde agarrar", comentó el guardavidas, quien explicó que personal de Prefectura y de Defensa Civil llegaron a La Florida.

La llegada del yacaré tiene que ver con la crecida del río, y pudo haber viajado en un camalote, desde la provincia de Corrientes. Por su parte, Oscar Borra, presidente de Costanera Rosario, la empresa que administra La Florida, recordó que "hace dos años, en febrero de 2008, apareció también un pequeño yacaré". De todos modos, ayer se había puesto una cinta de peligro, dividiendo la playa del espejo de agua, y los bañeros no permiten el ingreso de la gente al agua. "Estamos esperando que se vaya solo, pero la gente quiere verlo", dijo Manino desde la playa, que estaba "repleta" ante los 37 grados de sensación térmica. De todos modos, pocas horas después, y con la ayuda de una red de pesca, se lo llevó hasta el apostadero de Prefectura.

En cuanto al problema con las embarcaciones, el prefecto Sergio Charles aclaró que "a ninguna embarcación se le prohíbe navegar. Es decisión del patrón", dijo; aunque advirtió que se tengan en cuenta las recomendaciones y las alertas que emite Prefectura Naval. También solicitó que se navegue a velocidad baja por la zona de las islas, ya que los habitantes sufren el ingreso del agua en sus ranchos.

Por su parte, Oficialdegui aseguró que la no salida del barco Ciudad de Rosario "afecta directamente la actividad turísitica". En ese sentido, explicó que no se trata de un inconveniente del barco, ni de la navegación, sino que "el problema es que la pasarela que baja con una escalera para que la gente pueda subir al barco no llega al terreno donde están los pasajeros debido a que la altura del río no permite subir la escalera ni un centímetro más", detalló, y señaló que "la gente tendría que saltar más de un metro".

Ayer, ingenieros y especialistas trabajaban para intentar "adaptar la escalera de alguna otra manera", aunque se indicó que "antes de hacer trabajos importantes habrá que ver qué pasa con la crecida del río, porque sino sería una inversión en vano, que no se justifica". En ese sentido, el empresario comentó que luego de dos fines de semana sin prestar el servicio, "comienza a verse afectada la situación de la actividad turística".

Aunque el río se ubicó a sólo 1,02 metros del nivel histórico del año 1998 (6,44), las autoridades de Prefectura Naval indicaron que actualmente la tendencia es "estacionado", y que, si bien se prevén lluvias para este fin de semana, las aguas podrían presentar una bajante a partir de la semana próxima, aunque no se descartó que el nivel ascienda a los cinco metros y medio, antes de comenzar a disminuir.