El juez correccional Adolfo Claverie dispuso ayer una custodia policial para la jueza en lo Laboral de 8ª Nominación, Silvana Quagliatti, luego de las pintadas agraviantes que aparecieron en su domicilio. El hecho estaría vinculado a los recursos de amparo relacionados con un conflicto en la comisión interna del Sindicato de Peones de Taxis de Rosario. Varios integrantes de la comisión del gremio que conduce Horacio Boix presentaron el lunes nueve recursos sindicales ante la justicia, en los que denuncian haber sido separados, luego de haber detectado una serie de irregularidades en el gremio que nuclear a los choferes de taxis. "Estamos seguros que no nos van a dejar participar de las próximas elecciones, por eso estamos preparando todo el terreno legal, laboral y político para enfrentarlo", dijo a Rosario/12 el sindicalista José Salum.

El conflicto en el seno de la comisión directiva del sindicato de Peones de Taxis sumó ayer un nuevo capítulo. En horas de la madrugada, un familiar de la jueza Quagliatti observó una serie de pintadas agraviantes en el domicilio de la magistrada, y otras en un paredón frente al colegio Sagrado Corazón, de 3 de Febrero y Moreno. Los hechos fueron denunciadas en la Fiscalía 7ª, a cargo de Adriana Camporini, y el juez Claverie dispuso una custodia personal para la magistrada.

Los sindicalistas que presentaron el amparo son el secretario adjunto del sindicato, Omar Candelleri, el secretario gremial, José Luis Cecili, el vocal titular, Raúl Cardozo, y los vocales suplentes, Carlos Hidalgo y Salum, quien señaló: "Al ser una comisión disidente con la conducción del sindicato, no nos dejaban ejercer nuestros derechos gremiales, nosotros queríamos aportar al trabajo y no nos dejaban. Por tal motivo, pedimos el libro de actas y los libros contables porque sabíamos que existían irregularidades, con asambleas truchas, pero Boix se negó sistemáticamente a darnos los libros".

El titular del Sindicato de Peones de Taxis separó al secretario adjunto, al secretario gremial, a dos revisores de cuentas, a un vocal titular y a dos vocales suplentes. "Está trabajando en función de tapar los chanchullos que tiene dentro de su conducción", apuntó Salum.

El pasado miércoles, la jueza Quagliatti dispuso una medida cautelar con una fianza. "Ahora estamos esperando que Boix conteste nuestro pedido, y a su debido tiempo nos presentaremos a asumir nuestros puestos nuevamente en la comisión directiva", sostuvo Salum. De todas maneras, el sindicalista indicó que "van a tratar de resolver todo legalmente, y queremos que ellos tengan una actitud democrática hacia nosotros".

Dentro de un año, los taxistas deberán elegir una nueva conducción gremial. "Estamos seguros que no nos van a dejar participar de las elecciones auguró Salum , por eso estamos preparando todo el terreno legal, laboral y político para enfrentarlo".

El sindicalista dijo que Boix "hará todo lo posible para embarrar la cancha. Ya nos pasó cuando nos mandó a amenazar con un grupo de patovicas en octubre del 2009, pero nosotros no nos vamos a manejar de esa manera; queremos que nuestro gremio crezca en la medida que hay gente honesta y leal dentro del gremio".

En relación a las pintadas que sufrió en su vivienda la jueza Quagliatti, el Directorio del Colegio de Abogados de Rosario expresó su más amplia solidaridad a la magistrada, instando a la investigación del caso: "La apelación a la violencia en cualquiera de sus formas no contribuye a la solución de los conflictos sino que los agrava al lesionar la paz social".