El abogado de Roberto "Pimpi" Camino, Carlos Varela, le pidió al juez de la causa Javier Beltramone que profundice la investigación sobre Alejandro Urquiza, alias Angelito Negro, el policía que estuvo con la víctima la madrugada del crimen. El letrado también entregó dos números de las líneas telefónicas que usaba su cliente. La información era vital para avanzar en el listado de llamadas que recibió Pimpi antes de su muerte y permitirá saber quién lo convocó al bar Ezeiza. Por su parte, el juez de instrucción Javier Beltramone reconoció ayer que "no hay sospechosos", que aún no apareció el aparato celular de la víctima ni el auto en el que fue llevado al hospital y que a 72 horas horas del crimen todas las hipótesis son probables. El magistrado sostuvo que "prontamente" va a ser hallado el automóvil en el que fue trasladado al hospital y reveló también que deciocho personas ya prestaron declaración.

Varela insistió ayer con la hipótesis policial: "hay elementos objetivos en la causa que indican que podría haber personal policial involucrado en la muerte de Camino". También le pidió a la Justicia que "establezca más firmemente la rutina de lo que pasó esa noche con (Angelito Negro) Urquiza y a qué hora estuvo en el bar Ezeiza".

"Está clara la situación de que hubo un policía reunido con Roberto en el bar y está claro que Pimpi denunció varias veces en los días previos que era persguido por policías", profundizó Varela, que con estas declaraciones intenta focalizar la investigación en la presencia del sargento primero Urquiza en el bar de Servando Bayo 1484.

El bar es propiedad de un ex policía y en el interior se encontraba un agente en actividad, Urquiza, alias "Angelito Negro", que goza de la confianza del jefe de la fuerza a nivel provincial, Osvaldo Toledo, quien lo incluyó en la comitiva que trasladó meses atrás a Pimpi a Rosario, cuando fue detenido en Buenos Aires por el ataque armado a Newell's de enero de 2009.

En tanto, los integrantes de la familia de Camino aún no quisieron establecer contacto con el juez ni aportaron datos a la causa. Los investigadores siguen buscando el BMW gris modelo 2005 en el que varios hombres trasladaron a Pimpi desde el bar hasta el Hospital Carrasco el viernes a la madrugada.

Por su parte, Beltramone, dijo a Radio Dos: "Todavía no tenemos ningún sospechoso, aunque no hemos tenido la oportunidad de conversar con familiares directos. El mismo día del hecho hablé con la esposa de Camino a raíz de declaraciones que había formulado en el hospital Carrasco, le ofrecí las garantías necesarias para que venga a mi despacho a declarar y me dijo que iba a hablar con sus abogados", sostuvo el juez.

En tanto, cuando fue consultado sobre el celular de la víctima y la importancia para esclarecer el hecho, dijo que "no sé si es vital pero es un elemento de prueba necesario e importante para ir reconstruyendo las últimas 7 u 8 horas previas al hecho, donde se establecen comunicaciones que pueden ser importantes".

Beltramone indicó que "todas las hipótesis son probables y son múltiples. Estaba con dos señoritas muy jóvenes, desde las 2 hasta las 5 de la mañana". Así, dio a entender que el móvil podría tener aristas pasionales.

También señaló que se le tomó declaración informativa a catorce personas y cuatro testimoniales, y se realizaron "varios allanamientos" aunque no se pudo saber el resultado debido al secreto de sumario. Por último fue contundente: "A mí no me da miedo en absoluto esta causa y tampoco recibí ningún tipo de presiones".

En tanto Alberto "Tato" Camino, hermano de Pimpi, volvió a referirse a las circunstancias que llevaron a la muerte del ex líder de la barra brava de Newell's, aunque sin revelar demasiados elementos que puedan ayudar a esclarecer el hecho. "No puedo hablar lo que no sé, me encantaría aportar datos pero no sé, desconozco". También su padre, Antonio, pidió Justicia y que se investigue a quiénes y por qué "lavaron la sangre" del frente del bar donde ocurrió el crimen