Personal policial y de la Guardia Urbana Municipal (GUM) clausuró un taller de motos que funcionaba también como desarmadero y detuvo a su propietario. En el local de Oroño al 4500 se encontraron tres rodados robados con pedido de captura de otras jurisdicciones, producto de robos calificados.

En el local, luego de una investigación previa de la sección Sustracción de Automotores de la policía y con una orden de allanamiento del juez Javier Beltramone, actuaron ocho agentes de cada repartición.

Los agentes de Sustracción de Automotores, encabezados por el titular Natalio Marciani, encontraron dos motos que tenían pedido de captura "una CVR 600 y una Honda DAX", además de una Yamaha BT 125 que tenía el cuadro adulterado, por lo cual también se supone que era robada. Además, los agentes de la GUM demoraron al dueño del local, para ponerlo a disposición del magistrado.

Los efectivos de la GUM, encabezados por el director Mariano Savia, comprobaron que el local no tenía ni habilitación municipal como comercio ni provincial como desarmadero, por lo cual procedió a la clausura.

Por eso, Savia recomendó a la población comprar "únicamente en lugares habilitados, y donde se expida documentación con valor fiscal" para evitar formar parte de la cadena de las economías delictivas. El funcionario fue enfático al afirmar que "este tipo de productos está manchado con sangre.

Además, el funcionario municipal consideró que el allanamiento de ayer -que fue el corolario de una labor comenzada la semana pasada por la repartición- marca "un antes y un después" y subrayó su importancia: "Cuando se ve lo que ocurre en Buenos Aires, muchos creen que eso está lejos de Rosario, pero no, está acá".

Sobre el valor del secuestro efectuado ayer en el taller, Savia afirmó que las tres motos eran robadas, y destacó que el de ayer es el allanamiento número 27 que se realiza en apenas 60 días en la ciudad, como parte del trabajo para desmantelar las economías delictivas.