CIUDAD › RICHARD STALLMAN, FUNDADOR DEL MOVIMIENTO DE SOFTWARE LIBRE
Vino a Rosario a dar una charla pública y reunirse con Lifschitz. Explicó que el programa que defiende "respeta la libertad del usuario y la solidaridad social de su comunidad". "No es ético entregar software privativo a la población", agregó.
› Por Pablo Fornero
Histriónico, excéntrico y militante. Así se muestra, genuinamente, Richard Stallman. El estadounidense fundador del movimiento de software libre estuvo de visita, por segunda oportunidad, en la ciudad, luego de diez años. A todos los lugares donde fue, llevó consigo su netbook, desde la que navega por internet sólo en los sitios "que funcionan" por él o "por el proyecto GNU". "Es una penitencia personal, no es para seguridad. No quiero explicar por qué, aunque no sugiero que otros actúen así", argumenta. Durante su estadía, Stallman se entrevistó, con el Rector de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Darío Maiorana, y dio una charla abierta en el auditorio de la Facultad de Ingeniería de la UNR. Además, fue recibido por el presidente del Concejo Municipal, Miguel Zamarini y se reunió con el intendente, Miguel Lifschitz. Tanto al rector como al mandatario municipal les habló de la importancia de aplicar software libre en claustros educativos y dependencias públicas para "dejar de enseñar dependencia".
Como programador, Stallman participó en la creación del editor de texto GNU Emacs y el Compilador GCC del Proyecto GNU, matriz del sistema operativo GNU/Linux. Es Doctor Honoris Causa en numerosas universidades del mundo y mediante su trabajo combate la "dictadura del programador" que practican las corporaciones informáticas Microsoft y Apple. "No se debe confiar de un programa privativo", advierte.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció hace diez días la entrega de tres millones de computadores a los alumnos y docentes de escuelas secundarias públicas. Los ordenadores, de marca Exo, vienen con dos esquemas de arranque y dos sistemas operativos instalados: uno libre, el Linux, y otro privativo, Windows. "Es como darles a comer ensalada y tabaco", graficó el hombre de pelo largo y enrulado.
-¿Por qué dice que el software libre es ético?- preguntó Rosario/12.
-Porque es el que respeta la libertad del usuario y la solidaridad social de su comunidad. Un programa es libre si tú, como usuario, tienes las cuatro libertades esenciales. La cero es la libertad de ejecutarlo como quieras, la uno es la de estudiar su código fuente y cambiarlo para que el programa haga lo que quieras. La libertad dos es la de redistribuir copias exactas a los demás y la libertad tres es la de distribuir copias de tus versiones cambiadas cuando quieras. Con estas cuatro libertades el sistema social del uso de programa es ético, porque respeta la libertad de los usuarios y los usuarios tienen el control del programa, individual y colectivamente, al mismo tiempo. Y nadie tiene el poder sobre nadie.
-¿Cuándo considera que un software es privativo?
-Si el programa no tiene adecuadamente estas cuatro libertades es privativo, porque priva de la libertad a sus usuarios y les impone un sistema social no ético y los somete al poder del dueño del programa. Con el poder que el programa le da sobre los usuarios suele mandarles, explotarlos y abusarlos a sus anchas. En los programas privativos, el caso más frecuente es que tiene funcionalidades malévolas porque cuando una empresa tiene poder sobre alguien suele ejercerlo para ganar más poder. Ya teniendo el poder de decidir qué haga y qué no haga el programa, toma esta decisión para imponer más poder al usuario.
-¿Cuál es la relación entre estas corporaciones informáticas, las leyes y la democracia?
-En muchos países de forma democrática, la democracia está muy enferma y realmente, las empresas mandan a través de los oficiales elegidos. En mi país, por ejemplo, las leyes se venden y compran. No es democracia, es corporocracia. Y esa es una forma de gobierno no legítimo, no debe existir. Las empresas del software compran leyes que nos restringen injustamente. En muchos países, han comprado leyes hasta censurar algunos programas libres. Por ejemplo, si un programa libre es capaz de romper unas esposas digitales, en los Estados Unidos y en Europa lo prohíben.
-¿Qué reflexión le merece que algunos países de la región, como Venezuela y Ecuador, hayan adoptado el software libre como Política de Estado y otros no?
-Es una indicación de la voluntad política de no someterse a las empresas. Es el deber de todo Estado, no vender el país a las empresas, es mantener a la democracia. El software libre es un ejemplo de la democracia porque se desarrolla bajo el control de los usuarios. Un programa privativo se desarrolla bajo la dictadura de su desarrollador, por lo tanto funciona como un instrumento de su poder. Fomentar el software libre y liderar la sociedad fuera del software privativo es una parte de la gran misión amplia del Estado, que es mantener libertad y bienestar de la población en todos los aspectos de la vida. Hoy en día, el Estado argentino propone entregar computadoras con software privativo a los chicos. No se debe. Es como darles de comer ensalada y tabaco, para que conozcan ambos. No es ético entregar software privativo a la población, el Estado no debe hacerlo nunca y con los jóvenes es peor aún. Porque se sabe que al ofrecerles espinaca y tabaco usarán el tabaco porque es adictivo y se harán dependientes. Este es un problema social, el Estado debe actuar para disminuir este problema, pero propone actuar para aumentarlo. Pero hay un proyecto de ley en la Cámara de Diputados de la Nación para que esas computadoras se entreguen únicamente con software libre.
-¿Qué opina del Plan Ceibal que se ha desarrollado en Uruguay?
-En la mayoría del país, viene con software libre, pero en un distrito viene con Windows. Microsoft ha logrado corromper parcialmente el programa para tener una entrada. La falla del Ceibal es no capacitar a los maestros. Microsoft en el distrito que ha comprado capacita mucho gratuitamente a los maestros. Es como regalar cigarrillos. El peligro sigue existiendo, la gestión del Plan Ceibal no aprecia en absoluto el punto ético del software libre. Hay algunos que piensan hacer actividades de capacitación de los maestros para difundir nuestra filosofía. No todo es perfecto en Uruguay, pero mayormente es bueno.
-¿Qué paralelo puede establecer entre las empresas prestadoras de software privativo y los monopolios de los medios de comunicación?
-No hay relación estrecha, hay algo en común, la tendencia de tolerar empresas grandes y luego obedecer sus órdenes y pienso que hace falta actuar para destrozar las empresas grandes en piezas pequeñas. Las empresas grandes tienen más poder que el Estado, son amenazas a la democracia. Este peligro se muestra en varios campos de la vida, pero los efectos son independientes.
-¿Hay países que censuran programas libres?
-Lo dicen. Estos programas son capaces de romper las esposas digitales que las empresas quieren ponernos. Por ejemplo, a la hora de reproducir un DVD todos los programas autorizados tienen esposas digitales. Hay una conspiración de empresas que exige a cada fabricante de reproductores que introduzca esas esposas digitales, pero el formato encriptado ya no es secreto, ya se conoce. Por lo tanto, algunos han escrito programas libres para hacer la misma tarea y los estados que apoyan las empresas en contra de sus ciudadanos censuran estos programas para mantener el imperio de estas empresas. Esos estados son sátrapas del imperio.
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