Dos meses después de haber sentenciado que el puerto rosarino se estaba "muriendo", el presidente del Enapro confirmó ayer que la aceitera Vicentín compró el 20 por ciento de Aotsa, la firma que explota el puerto chaqueño interesada en quedarse con la concesión de la terminal portuaria local, que vence en 2032 y estaba a punto de caer. "Soy mucho más optimista que hace unas semanas ya que con la aparición de este actor de peso, y el revalúo de sus propios bienes Aotsa tendrá un patrimonio superior a los diez millones y medio de pesos, por encima de lo exigido en el pliego y podrá comprar el 51 por ciento de las acciones", resaltó Pablo Ferrés. "Ahora hay que recuperar el tiempo perdido, inyectar por lo menos cuatro millones de dólares para infraestructura y recuperar cargas", agregó el funcionario quien dejó abierta la puerta para sumar estibadores y personal calificado a la plantilla actual del puerto de Rosario que supera el medio millar "si el escenario mejora". De todas formas, Ferrés sujetó la concreción de los cambios al dictamen de la síndica del Ente y a la decisión que adopte el directorio sobre el traspaso accionario.

Ferrés aprovechó un alto del IV Encuentro de Transporte Fluvial que se está realizando en la Bolsa de Comercio para confirmar la adquisición del 20 por ciento de Aotsa a manos del grupo Vicentín. "Nos han mostrado las actas que lo certifican", dijo más tarde en diálogo con Rosario/12, tras lo cual estimó que "en la próxima reunión de directorio (del Enapro) vamos a estar en condiciones de analizarlo".

El desembarco de Vicentín en Aotsa es clave para salvar la concesión del puerto adjudicada en 2002 durante el segundo gobierno de Carlos Reutemann a un consorcio integrado por la autoridad portuaria de Tarragona. Aotsa, firma cordobesa que maneja el puerto de Barranqueras, a siete kilómetros de Resistencia, se mostró interesada hace varios meses en quedarse con Terminal Puerto Rosario, pero le faltaban avales. El aporte de Vicentín, uno de los cinco principales exportadores del país, le dará recursos y respaldo a la empresa, que así podrá comprar el 51 por ciento de las acciones de TPR, hoy en manos de Propuerto, que algunos referencian en el empresario Gustavo Shanahan, tras la salida en medio de un escándalo financiero de Guillermo Salazar Boero.

"El pliego vigente exige un patrimonio de 10 millones 200 mil pesos y con esta operación, más el revalúo de otros activos propios Aotsa llegaría a los 10 millones y medio de pesos, con lo cual una de las condiciones más importantes para permitir el traspaso accionario se estaría cumpliendo", agregó el funcionario.

Para Ferrés lo importante "es recuperar cuanto antes el tiempo perdido, definir quién estará al frente de la concesión, hacer las inversiones en infraestructura que se están necesitando y empezar a gestionar cargas que se fueron perdiendo en los últimos tiempos. Tenemos que ir por los embarques de acero, de azúcar, de frutas y de containers".

En ese sentido el presiente del Ente Administrador del Puerto Rosario no descartó que se puedan sumar más estibadores y personal a la terminal local "si se recuperan las cargas y el escenario mejora". Actualmente hay algo más de medio millar de empleados trabajando en el puerto.

Ferrés estimó necesaria una inversión para el mediano plazo "entre los 30 y 40 millones de dólares para que TPR esté en óptimas condiciones, pero en lo inmediato harían falta al menos tres o cuatro millones".

Consultado respecto al estado de la convocatoria de acreedores, el titular del Ente aclaró: "Son procesos diferentes. La Justicia avanzó en la investigación y detectó acreencias entre los 75 y los 84 millones de pesos, no 100 como se había reclamado inicialmente. Si bien puede haber algún cruce producto de algunos acreedores que quedaron afuera, el proceso está avanzando seriamente, y hay una base cierta que es saber cuánto debe la empresa. Esperemos que pronto haya novedades".