Un alumno de la escuela de educación técnica Nº 468 (ex técnica 6), denunció que su profesor de Tornería lo amenazó con un arma de fuego. Juan Carlos Fernández, de 20 años, afirmó que anteanoche, mientras cursaba una capacitación laboral de Metalmecánica, fue agredido por el docente Gabriel Massetto, de 57 años de edad. El catedrático, que tiene "varios años" de antigüedad, fue separado del cargo "inmediatamente", al tiempo que le iniciaron causas en el juzgado Correccional Nº 2, por amenazas, y en el de instrucción número 8 por portación de armas, ya que la tenencia estaba vencida. En tanto, el Ministerio de Educación de Santa Fe inició acciones interdisciplinarias con el joven agredido y su entorno. La delegada zonal de la cartera, Marta Díaz, indicó que se pedirá una "junta médica para evaluar las condiciones psicológicas del profesor". Mientras tanto, profesionales del grupo socio-educativo buscarán "contener al alumno, a su familia y a la comunidad educativa de la escuela", según indicó a Rosario/12 el coordinador del equipo, Fernando Tavella, quien además aseguró: "En 17 años de profesión, nunca supe de un caso así. Es muy grave", sentenció. En tanto, el director de la escuela, Enzo Lemos, dijo que la continuidad laboral del docente "queda en manos de la Justicia", aunque confirmó que "no está dando clases".

Tras la amenaza, los alumnos se quedaron "shockeados". "Nos obligó a quedarnos a escuchar la clase, hasta las 21.10, cuando volvió a tocar el timbre", dijo Juan Carlos. Al salir del aula, el estudiante se quejó en la preceptoría de la escuela sobre lo sucedido. "Desde la escuela, llamé a mi hermano para que fuera a hacer la denuncia a la comisaría 1º. Al rato llegaron los oficiales y encontraron el arma escondida en un escritorio", que después se constató estaba cargada con siete balas.

Tras llegar al lugar, el Comando Radioeléctrico secuestró una pistola Bersa 380, que será peritada. Massetto quedó en libertad, tras ser indagado por personal policial, y está a disposición de los juzgados intervinientes.

El joven agredido dio su versión de lo sucedido ante los medios de comunicación. "Estoy muy traumado, no pude dormir", afirmó y relató: "A las 20.10 tocó el timbre para salir al recreo y un grupo de cuatro compañeros nos quedamos en el aula escuchando música por el celular y comiendo galletas con gaseosa. Cinco minutos después entró el profesor histérico al aula, me pateó el banco y me gritó que apague el teléfono. Entonces lo apagué y me lo guardé en el bolsillo. Sin embargo, sacó el arma de su pantalón y me apuntó a la cabeza, y repitió que apague el teléfono, que yo ya había guardado". El joven agregó que el docente comenzó la clase normalmente, tras el episodio. "Odia a la gente que escucha cumbia, para él no son nadie y se tienen que morir. Es un pensamiento muy errado -dijo-. Siempre nos decía que a todos los alumnos de la escuela nos tendrían que haber matado", agregó.

Ayer, Díaz indicó que como primera medida, el profesor "fue separado del cargo" y se le inició un sumario administrativo. "No puede ingresar a la escuela, porque evidentemente no está en condiciones". Mientras dure la investigación, "estará desplazado, hasta tanto el área jurídica del Ministerio de Educación aplique las sanciones correspondientes de acuerdo a la falta; porque no puede estar en ninguna escuela", dijo.

La afirmación fue compartida "plenamente" por Tavella, quien explicó que la implementación del Protocolo de Violencia Escolar pone equipos interdisciplinarios a disposición de las escuelas, para que trabajen "en terreno". Es decir, en las instituciones. Anteanoche, la coordinación del área fue informada sobre lo sucedido alrededor de las 23.30. "Lo primero que se hace tras conocer el caso es organizar cómo se va a trabajar. En este caso, determinamos que se enviará a un grupo de estos profesionales a la escuela, para hablar con el chico, sus compañeros, los docentes y también con los padres de los alumnos. Será para apoyar a la escuela y brindar ayuda a los pibes. La idea es que no tengan miedo de volver a clases". La contención también será para los padres, "para que no dejen de enviar a los chicos a la escuela; porque hay algo muy importante y es que el único lugar donde un chico está seguro es en la escuela; y esto que ocurrió es un caso único: no conozco uno semejante", dijo Tavella, y apuntó a que "algo falló, y en ese camino se trabajará".