En un pronunciamiento que los estudiantes calificaron de "histórico", el Consejo Superior de la Universidad Nacional de Rosario resolvió recomendarle a la Facultad de Ciencias Medicas que arbitre los medios necesarios para permitirle cursar el primer año de Medicina a los aspirantes que no aprobaron el examen de ingreso denominado Instancia de Confrontación Vocacional. Si el Consejo Directivo que preside la decana Raquel Chiara acepta la sugerencia de los consejeros de la UNR alrededor de 450 alumnos que hicieron el curso introductorio y no consiguieron los puntos para entrar, podrán asistir a clase en condición de alumno regular al ciclo lectivo 2006 que arrancó el lunes pasado. "Fue una clara definición política contra el carácter eliminatorio del ingreso a Medicina, sin precedentes desde la implementación del examen en el 2001", destacó la presidenta del Centro de Estudiantes, Paula Chiacchierini.

En efecto, pese a los reiterados pedidos de distintos consejeros estudiantiles, el órgano deliberativo de la Universidad no había accedido, hasta la jornada de ayer, a debatir modificaciones al ICV implementado haca ya cinco años en la Facultad de Ciencias Médicas.

Desde el claustro estudiantil se cuestiona a la Instancia de Confrontación Vocacional por "vulnerar el ingreso irrestricto a la Universidad". La decana Chiara, principal impulsora del ICV reconoció días atrás la legitimidad del reclamo pero se escudó en la falta de recursos y de infraestructura como para poder absorber a todos los aspirantes.

Ayer, por en la sesión ordinaria del Consejo Superior que presidió el Rector de la UNR, Ricardo Suárez se resolvió, por unanimidad, recomendarle al Consejo Directivo de Medicina que arbitre los medios necesarios para permitirle a los alumnos que hicieron el ICV y no pasaron el examen de ingreso y sus recuperatorios, poder cursar como regulares el ciclo lectivo 2006 que comenzó el lunes de la semana en curso. Además, los consejeros superiores de la universidad rosarina se pronunciaron a favor de discutir una forma no restrictiva de ingreso para el próximo año.

Consultada por Rosario/12, la presidente del Centro de Estudiantes celebró la decisión del Consejo Superior. "Es un paso muy importante, un pronunciamiento histórico, de fuerte contenido político porque incluso algunos decanos apoyaron nuestra moción cuando tradicionalmente se negeban a siquiera discutirla", planteó Chiacchierini.

Según los cálculos del Centro de Estudiantes, son alreredor de 450 los alumnos que podrían beneficiarse con una eventual revisión de las instancias previas al ingreso a la Facultad. Se sumarán a los 722 que ya iniciaron las clases del primer año de la carrera.

Pese a que la resolución del Consejo Superior de la UNR no es vinculante para lso consejeros directivos de Medicina, Chiacchierini conjeturó que "al ser tan fuerte la postura institucional de todos los actores de la universidad, seguramente en la Facultad se aceptará la sugerencia y podremos discutir en algún momento en profundidad el ingreso y las condiciones de estudio de los alumnos en Ciencias Médicas".

En diálogo con Rosario/12, el Rector Suárez consideró que la resolución del CS "demuestra que la universidad sufre su crónica falta de presupuesto. El plan de estudio implementado en la Facultad de Medicina es realmente revolucionario pero a la vez requiere de una infraestructura y de recursos con los que hoy no se cuentan".

Para el máximo responsable de la UNR "lo que se está discutiendo alrededor de Medicina debería servir para debatir en profundidad sobre toda la universidad pública. El gran tema a definir es qué cantidad de recursos asigna el Estado para funcionar a las universidades y cómo se garantiza su verdadero financiamiento".

Suárez recordó que desde la UNR y junto al resto de los rectores de las otras 35 universidades públicas se viene reclamando con insistencia a la Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación de la Nación mayores partidas para cada una de las casas de altos estudios. "Hay compromiso del gobierno, pero falta la plata", reflexionó.