La Comisión de Planeamiento del Concejo intentará aprobar hoy, tras largas discusiones, el denominado Régimen Diferencial para Proyectos Edilicios Especiales, para regular así las excepcionalidades a las normas urbanísticas vigentes. De sancionar el cuerpo la propuesta del Ejecutivo que fue reformulada por la oposición, se permitirá la construcción en altura hasta 66 metros en el frente costero de la ciudad y 54 metros en el área central, muy por encima de los 23 metros que estableció como norma general el Código Urbano 2008, siempre y cuando se cumplan una serie de requisitos técnicos estructurales. Los emprendedores que pretendan avanzar en esa línea, deberán abonar una compensación económica al municipio. "Será en base a una fórmula clara, transparente, ajustable por el índice de inflación de la Cámara de la Construcción, para evitar cualquier tipo de discrecionalidad como venía ocurriendo hasta ahora", remarcó el presidente de la Comisión, el radical Jorge Boasso. A la fecha hay media docena de pedidos de excepcionalidad de gran envergadura pendientes de autorización en Planeamiento y la diferencia entre la fórmula polinómica que utiliza actualmente el Ejecutivo y la que está en estudio, oscila en algunos casos los 450 mil pesos.

El mensaje de la intendencia fue girado hace más de seis meses al Palacio Vasallo como complemento a las regulaciones urbanísticas que hace tres años sancionó el Concejo. En los considerandos de la iniciativa se mencionaba que "a partir de la aplicación de la nueva normativa se presentaron numerosos casos particulares, que analizados por las oficinas técnicas competentes podrían tratarse con un mecanismo diferencial. Este mecanismo permitiría reafirmar el espíritu de la norma y facilitar el desarrollo de proyectos edilicios innovadores que recurran al uso de tipologías exentas o semiexentas, las cuales constituyen un sustancial aporte a la construcción del paisaje urbano".

La norma que hoy podría tener despacho regulará los desarrollos inmobiliarios diferenciales en parcelas ubicadas en el área central, avenida Pellegrini, y el entorno de las áreas de protección histórica. Permitirá torres de mayor altura a la vigente siempre y cuando exista un importante espacio de separación con linderos y fomentará la unificación de lotes que redunden en mejores construcciones, en superficies más amplias.

Antes del recambio legislativo concretado a fines de 2009, el socialismo impuso su mayoría en el cuerpo y aprobó una serie de convenios edilicios diferenciales en base a compensaciones económicas propuestas por la intendencia. El arco opositor cuestionó la falta de criterio para establecer el monto y como primer paso, a través de una iniciativa del propio Boasso exigió a través de una ordenanza su publicación en la página web municipal, para dotar de mayor transparencia los acuerdos entre privados y la comuna.

En estos meses de discusión en la Comisión, la oposición consensuó una serie de reformas, que según el radicalismo redundará en una "fórmula clara, más transparente, ajustable por los índices de la Cámara de Construcción que evitará cualquier tipo de discrecionalidad".

Aún resta por definir con qué porcentaje adicional se instrumentará la nueva fórmula, aspecto que será debatido hoy al mediodía en el anexo del Concejo. Las diferencias no son menores: de acuerdo a cálculos oficiales para edificios en construcción en la zona cercana a al costa central, la compensación varía del millón 900 mil pesos a los dos millones 350 mil.

El destino de esos fondos también está en discusión: Boasso propuso que lo recaudado se derive en un 33 por ciento al Fondo de Preservación Urbanística, un porcentaje similar al Fondo Municipal de Obras Públicas y el 34 por ciento restante para el Fondo del Programa Municipal de Construcción de Vivienda para Familias de Ingresos Medios sancionada recientemente por los ediles.